Prepagas. Los límites de la teoría

Autor
Ezequiel De Francesco
Medio
La Voz
Mes/Año
30 de abril de 2024
Ezequiel De Francesco

Las condiciones iniciales de las empresas de salud revelan que no hay tal cosa como libre competencia de mercado que permita una adecuada conformación de los precios, como suponen los textos liberales.

El DNU 70/23 dictado por el gobierno de Javier Milei dispuso la desregulación total del mercado de medicina prepaga. Y es que el Presidente es un firme defensor de la teoría liberal; el mismo se autodefine como un liberal libertario. Sus innumerables intervenciones en los medios de comunicación a favor del libre mercado como un proceso de autorregulación a través de la competencia ayudaron a reintroducir en el léxico político la palabra liberalismo.

Sin embargo, cuatro meses después del DNU 70/23, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció que un grupo de empresas de medicina prepaga, que en conjunto reúnen el 75% de los afiliados, debían retrotraer el valor de sus cuotas a diciembre de 2023, debido a los excesivos aumentos que se dieron en el sector.

Esta decisión despertó las críticas de ambos lados de la biblioteca. Muchos liberales acusaron a Milei de desviarse de la teoría y no aplicarla de manera adecuada. Del otro lado, quienes defienden el intervencionismo encontraron en la decisión de retrotraer los precios la prueba de la ineficacia y desigualdad del mercado.

Esto abrió un gran interrogante: ¿es el liberalismo que defiende Milei la teoría adecuada para sacar a la Argentina adelante? Antes de avanzar, tratemos de definir el marco teórico liberal. Según Ludwig von Mises (máximo referente del liberalismo y la Escuela Austriaca), la teoría liberal se basa en la propiedad privada y el intercambio en el mercado competitivo que permiten la formación de precios, tanto para bienes de consumo y servicios como para factores de producción.

Por lo tanto, se podría decir que la desregulación y posterior regulación de precios por parte del Gobierno parece mostrar que la teoría liberal es tan sólo un conjunto de buenas intenciones sin sustento en la práctica, lo que deja la puerta abierta para que los ideólogos del estatismo propongan la intervención del Estado en la economía.

Sobre este último punto, es necesario remarcar que todas las teorías tienen un límite natural en su ejercicio práctico. Cualquier transición del plano ideal al real está mediada por las condiciones contextuales. Y en el caso de la Argentina, es preciso recordar que estamos atravesados por un acervo cultural dominado por la panacea del Estado presente y el nirvana de la justicia social.

Años de Estado benefactor han arrojado como resultado un régimen político corporativo, en el que reina el “capitalismo de amigos”. Es en este contexto que se debe analizar el sistema de salud argentino, donde claramente no existe la competencia tal como lo plantea la teoría liberal, ya que gran parte de la oferta sanitaria está dominada por el Estado, que mostró toda su impericia durante la pandemia de Covid-19.

Es predecible, entonces, que empresas de salud privadas formen un mercado cautivo como consecuencia de la intervención e ineficacia del Estado a la hora de brindar un servicio. Incluso, dentro de este marco, las prepagas pueden obturar la libre circulación de sus afiliados de una empresa a otra. Claramente, las condiciones iniciales del sector revelan que no hay tal cosa como libre competencia de mercado que permita una adecuada conformación de los precios como estipulan los textos liberales.

Es lógico que todos estos elementos coyunturales den lugar a la conformación de un monopolio artificial, y es preciso añadir que detrás de este tipo de organizaciones económicas siempre está la mano visible del Estado. Por lo tanto, es evidente y hasta un error político por parte del Gobierno no prever que una desregulación de precios en el sector iba a desembocar de modo inevitable en la cartelización de precios y en una suba que impactó de lleno en mucho de la base electoral que votó a La Libertad Avanza.

Por ello, en esta transición hacia un Estado liberal que pretende Javier Milei, no sólo es imprescindible la teoría sino que también es fundamental entender las condiciones contextuales de un sistema político y un establishment económico corporativo que se resiste al cambio.

* Profesor de Ciencias Políticas en Ucema