MARTES | 02 de marzo de 2004 |
¿Una amenaza para la economía? |
Históricamente
la buena fortuna de la economía argentina ha estado ligada de manera
directa o indirecta y por su grado de endeudamiento a los movimientos
de la tasa de interés en los Estados Unidos. Las alzas de tasas por parte de la Reserva Federal de los EE.UU. han revertido flujos de capitales, dejando de financiar crecimiento de economías importadoras de capital. La Argentina ha sido importadora de capitales internacionales, debido a que sus tasas de ahorro, tanto público como privado, han sido bajas. Este fenómeno, unido al carácter cíclico de las políticas de gasto público, han provocado que nuestra economía tenga una de las tasas de crecimiento más volátiles en el mundo. Si bien el default permite que temporariamente no sea urgente contar con capitales, el mismo no es para siempre y no toda la deuda publica está en dicha situación. Asimismo, la inversión necesaria para financiar los actuales niveles de crecimiento requiere tanto de capital externo cuanto interno. Inquietan los déficit gemelos En este contexto, existen riesgos concretos de entornos complicados en la tasa norteamericana, y eso puede afectar el financiamiento del crecimiento local. Dos hechos motivan esta preocupación, uno dado por una sorpresa en el índice de inflación de los EE.UU., donde el dato para el último mes evidencia una tasa ligeramente por encima de las expectativas, y otro dado por los gigantescos déficit comercial y fiscal que está exhibiendo la administración Bush. Estos déficit “gemelos” evidenciarían financiamiento internacional del desequilibrio fiscal, que es susceptible de mantenerse en el tiempo frente a una moneda que se encuentra debilitándose solamente a través de tasas más altas de retorno. Ambos hechos dan a entender que, a menos que se frene la expansión del gasto público, es factible un escenario de ligera suba de las tasas en los EE.UU., lo que repercute en nuestro país y especialmente en Brasil, nuestro socio comercial. Este escenario de tasas altas puede demorarse hasta después de las elecciones norteamericanas (recordemos que Greenspan influyó en la posible reelección de Bush padre por este motivo, y quizá no quiera provocar el mismo efecto ahora). En este escenario, la principal medida de defensa de nuestra economía es la recapitalización interna a través de una mayor tasa de ahorro, tanto público como privado (algo que se está verificando). La gran vulnerabilidad argentina siempre ha estado asociada a la baja capitalización interna, motivada por niveles bajos de ahorro. Por ello es de vital importancia continuar con la reconstitución e impulso del mercado de capitales, y sobre todo utilizando instrumentos de financiamiento de acciones, que por sus características absorben de manera mucho más eficiente los shocks, ajustándose por precio sin afectar contratos existentes, y financiando la inversión en activos reales. Ya hemos insistido sobre este punto, en sus variables de oferta (los instrumentos de financiamiento), demanda (inversores institucionales y pequeños inversores) y estructura (el marco legal y su óptima aplicabilidad). |
Por José Pablo Dapena |