Diario Ambito Financiero 24.04.01

 

Al economista le preocupa que una ayuda de EE. UU. "termine en más deuda y menos ajuste"

C. Rodríguez: "De La Rúa Hoy Depende De Una Promesa De Bush"

"A esta altura, Fernando de la Rúa depende casi exclusivamente de que se cumpla una promesa de George W. Bush". Carlos Rodríguez confía en que la frase del presidente de Estados Unidos sea cierta y que esto implique en definitiva que la Argentina salga esta semana de la difícil situación financiera en que se encuentra. El director del Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina (CEMA) sólo pide que ahora esta potencial ayuda «no se convierta enmás deuda y menos ajuste en el gasto públicomenos reducción de impuestos».

Con lógica critica la oportunidad de la embestida contra Pedro Pou y opina que «si Cavallo libera los 3.200

millones de dólares de encajes, inmediatamente éstos estarán depositados en otros mercados». Dentro de un panorama de opiniones muy mesurado lanza tres claras ironías. Sobre la falta de convencimiento de la propuesta de Cavallo sobre el euro dice que aún no convence «ni a mí ni a los yuppies miopes».

Afirma que es el lanzamiento del euro por parte de Cavallo en las actuales circunstancias «lo que está dolarizando ahora la economía». Es aún más sarcástico cuando dice que así como Menem dice que hay que comprar dólares lo antes posible, «Cavallo manda a comprar euros». Finalmente llama a que Cavallo deje de calificar entre buenos y malos o golpistas, sino que reconozca entre los que piensan o no como él. Las principales declaraciones de ayer de Carlos Rodríguez a este diario fueron las siguientes.

Presidente: ¿Qué consecuencias traería si finalmente Pedro Pou abandona el Central en las actuales circunstancias?

Carlos Rodríguez: Supongo que será una decisión del Presidente porque tiene razonas cristalinas para tomar esa medida a partir de lo que afirma la comisión que investiga al titular del Central en el Congreso. Si no es así, el gobierno estará sumando otro disturbio más en contra de la Caja de Conversión en el peor momento posible.

P.: ¿Por qué nombra Caja de Conversión?

C.R.: Para que se entienda de qué estamos hablando: del uno a uno entre el peso y el dólar que es lo que dice la ley. Aparentemente ahora quieren introducir otro contenido a esa ley que no está en la norma y es que en realidad convertibilidad quiere decir convertir o poder cambiar la relación. Aquí hay un error de interpretación claro. La ley podría haberse llamado «ley de Pérez» que era lo mismo. Lo que hay que respetar es la relación uno a uno y no como la posibilidad de cambiar el tipo de cambio.

P.: ¿Pou lo interpretó bien?

C.R.: Pou y todos en la Argentina. El problema con todo esto es que toda esta discusión va en cualquier sentido, menos en lo necesario para solucionar los problemas de la Argentina. Son tácticas innecesarias para distraer a la opinión pública con peleas inoportunas.

Sin confianza

P.: ¿En eso incluye la discusión sobre el euro?

C.R.: Sinceramente no entiendo. A mí no me convenció de que era importante, y a los yuppies miopes. Yo y los miopes no entendemos por qué quiere liberar encajes por 3.200 millones de dólares que con seguridad se irán fuera del sistema y al otro día estarán depositados en otro mercado, porque hoy no hay confianza. Es otra medida inoportuna. En este tema y en el de Pou discutimos cualquier cuestión, menos lo importante: cómo vamos a crecer.

P.: ¿Y entonces, cómo vamos a crecer?

C.R.: A esta altura creo que Fernando de la Rúa depende de que se cumpla una promesa de George W. Bush y que haya respaldo financiero de Estados Unidos. Si esto finalmente se da, cosa que es posible, espero que termine convirtiéndose en más deuda y menos ajuste.

P.: ¿Qué tipo de ajuste reclama?

C.R.: Simple, menos gasto público y menos impuestos. Las dos medidas en conjunto.

P.: ¿No es excesivo castigo un riesgo-país a 1.300 puntos?

C.R.: Creo que no. En algún momento los Bonex '82 se cotizaron a 20% de su valor. Lo que quiere decir la cifra es que es que no hay crédito para la Argentina.

P.: ¿Así vamos al default?

C.R.: Aparentemente, si no nos salva Estados Unidos, parece que sí.

P.: ¿Si esto se da, terminó Cavallo?

C.R.: No necesariamente. Lo que sí se terminó es la política de estabilizar al país con más endeudamiento. No nos engañemos, el gran hacedor de la deuda fue Domingo Cavallo; y espero que se haya dado cuenta de que esto terminó. Cavallo fue una alternativa a Ricardo López Murphy para que los políticos sigan consiguiend créditos sin que hagan ajustes en el gasto.

P.: ¿Considera válida la alternativa de una dolarización?

C.R.: No en el sentido como se está discutiendo actualmente. Personalmente nunca propuse eliminar el peso La salida es profundizar la Caja de Conversión, que sirve perfectamente sin necesidad de eliminar el peso. Todb esto previo acuerdo con el Tesoro de los Estados Unidos y la Reserva Federal. Es más, la medida de Cavallo de lanzar el euro hoy es lo que hace dolarizar más la economía.

Condicionado

P.: Según Cavallo su gestión está condicionada por los que quieren la dolarización y los que no.

C.R.: Cavallo hace mal en calificar entre los buenos y los malos. Están los que coinciden con Cavallo y los que no, y nadie puede decir que esto sea golpista.

P.: Igualmente la frase de Carlos Menem llamando a comprar dólares tuvo algo de irresponsable

C.R.: Sarcásticamente podría decir que como Menem mandó a comprar dólares Cavallo mandó a comprar euros. Seriamente, creo que los ex presidentes deberían abstenerse de estos comentarios y recomendaciones sobre qué moneda comprar y cuál no, y dedicarse a los grandes temas como el ALCA y las reformas políticas.

P.: ¿Puede generar una corrida una frase como la de Menem?

C.R.: La gente no come vidrio. Pero es cierto que ahora cualquier cosa que le pase a la Argentina los políticos de la Alianza le pueden echar la culpa a Menem con razón.

P.: ¿Si se va Cavallo, es el abismo?

C.R.: Nunca es el abismo. Recuerde que cuando se fue Cavallo en el '96 al otro año el país creció 8,5%. Igualmente no es recomendable que Cavallo se vaya en estas circunstancias.