Ambito Financiero 22.12.00

Por Carlos Rodríguez

Ex viceministro de Economía

No nos engañemos: el blindaje es un préstamo del FMI de u$s 11.644 millones más una gran dosis de cosmética que incluye usar fondos que ya teníamos (u$s 2.056 millones previos del Stand By) y promesas de bancos y AFJP nacionales de refinanciar sus tenencias de títulos públicos. Hasta los fondos que siempre recibimos para los Planes Trabajar se incluyeron en el blindaje.

Lo bueno del préstamo es su condicionalidad, basada en las cuatro promesas presidenciales del discurso de Mar del Plata: presupuesto aceptable, desregulación de obras sociales sindicales, reforma previsional y acuerdo con gobernadores. Al día de hoy sólo el cuarto punto está satisfecho, si bien los otros tres están encaminados y esperamos que salgan satisfactoriamente a la brevedad.

Estas cuatro medidas, bien vendidas podrían revertir la tendencia negativa en las expectativas del mercado. Dudamos que este equipo económico sea capaz de manejar eficientemente el período post blindaje. Con un cambio de equipo económico el país podría crecer hasta un 6% de no mediar nuevas crisis políticas en la Alianza.

López Murphy con el apoyo de los profesionales de FIEL sería el equipo más compenetrado con la implementación de las reformas necesarias. No tenemos dudas de que tendrían el ferviente apoyo de los inversores y de la profesión.

El blindaje no debe ser desaprovechado. Algunos creen que es la última carta de Machinea. Nosotros creemos que el blindaje debe ser la primera carta de López Murphy.

Es imprescindible realizar el cambio de equipo económico cuanto antes. Tal como lo muestra el EMI de noviembre, la actividad económica ha comenzado una franca caída y el nerviosismo ha llegado a los depositantes de los bancos. El que debe ser reflotado es el país, no Machinea. Esperar hasta marzo para ver si las cosas mejoran y Machinea se salva es confundir seriamente los objetivos.