Según el economista, lo de Kirchner por ahora son "bravuconadas", pero sin "plan de gobierno"

 

Rodríguez: "En la Argentina la izquierda atrasa 30 años"

 

 

 

 Carlos Rodríguez asegura que discutir ideología en la situación en que se dio en los últimos días y el debate que propone la izquierda «atrasan 30 años». El economista del CEMA afirma que por ahora la gestión Néstor Kirchner se limita a gestos y palabras cercanas a «bravuconadas», buscando un poder que hoy no tiene para luego comenzar a tomar medidas. Sin embargo, advierte que el Presidente puede quedar atrapado dentro de su discurso y tomar medidas complicadas.

Periodista:
¿Cómo ve la discusión sobre el pensamiento de izquierda y derecha que se está dando en la Argentina?

Carlos Rodríguez: No en los términos en que se está dando. No puede ser válido estar discutiendo si la Argentina tiene o no que aceptar las reglas del capitalismo moderno. Ni en Cuba se discute lo que se habla aquí.


P.: Pero en todo el mundo hay debates sobre la izquierda y la derecha.

C.R.: Pero acá retrocedimos 30 años en el contenido. En el mundo la discusión se concentra desde hace años, por ejemplo, en las divergencias sobre el gasto público y la progresividad en el Impuesto a las Ganancias. En el primer caso la izquierda quiere incrementar el gasto en salud y la derecha en la defensa. En el caso de los impuestos, los primeros quieren concentrar la mayor presión en los que más ganan y los segundos no. Pero acá se discute si Estados Unidos y Europa son imperialistas, si tiene que haber bancos, si los organismos financieros internacionales están al servicio del Norte para someter y explotar al Sur, si los empresarios son todos ladrones a los que hay que eliminar, etc.


P.: ¿De todos estos temas, cuál le preocupa mas?

C.R.: Le menciono puntualmente uno solo. Se discute la legalidad de la deuda externa. Le puedo asegurar que no hubo un sólo centavo emitido desde el '83 que no sea deuda legítima, porque toda estuvo en línea con lo presupuestado. Esto quiere decir que siempre participó el Congreso.


P.: ¿Incluye al gobierno en este tipo de debates ideológicos?

C.R.: Sí, a muchos funcionarios de este gobierno, incluyendo al Presidente, que se dedicó la semana pasada a retar a los empresarios. Pero por ahora son más que nada palabras y frases, lo que no hay son medidas concretas que vayan con sentido lógico. Ni para la izquierda ni para la derecha. Sobre todo en economía.


P.: La semana pasada se lanzó un plan laboral.

C.R.: Que en realidad si lo estudia bien, en el caso de la incorporación de los 200 pesos al salario, está en línea con lo que pide el FMI.


P.: No cree entonces que el presidente Néstor Kirchner sea una persona de izquierda.

C.R.: Es que por las palabras no se puede calificar a un presidente sino que hay que esperar a que tome medidas. Por ahora sólo tenemos gestos y palabras más cercanas a bravuconadas que a planes de gobierno.


P.: Horst Köhler habló bien de Kirchner.

C.R.: Porque no le dan serie
dad a las palabras y se considera que simplemente se trata de un nuevo presidente que se quiere hacer ver. Se esperan mientras tanto los hechos y las medidas.

P.: ¿Y qué medidas cree usted que tomará Kirchner?

C.R.: Aquí comienzan las grandes incógnitas. Puede ser que todas estas frases y gestos se traten de un plan para que la izquierda y los ex montoneros locales estén tranquilos y después dejen gobernar. Como también puede ser que en realidad Kirchner sea una persona de izquierda extrema y que esté acumulando un poder que hoy no tiene. Puede ser también que involuntariamente quede atrapado dentro de la izquierda como único apoyo, no pueda salir y comience a tomar decisiones complicadas.


P.: ¿Como cuáles?

C.R.: El domingo a la noche escuché a Alicia Castro, que es de izquierda pero vive en el edificio Kavanagh, decir que los medios tienen que ser prudentes porque si no la «sociedad» los va a castigar. Quisiera saber quién es la «sociedad» para Castro y de qué manera piensa ejercer ese castigo.


P.: ¿Y hasta ahora qué impresión tiene?

C.R.: Kirchner es una persona curiosa. Veamos sus primeras horas de presidente. En su asunción protestó contra la deuda, su legalidad y los organismos financieros. Sin embargo, 24 horas después viajó a Entre Ríos para pagarle a los maestros con gasto corriente a partir del dinero que le giró el BID, precisamente un organismo financiero al que criticó antes. Pero personalmente me preocupa que tenga de asesor a Horacio Verbitsky, que reciba permanentemente a Hebe de Bonafini y que nombre a Eugenio Zaffaroni en la Corte. Pero creo que son movimientos para obtener poder, no medidas de gobierno. Habrá que juzgarlo entonces en qué hará con él cuando lo consiga.


P.: ¿Y puede conseguirlo?

C.R.: Evidentemente mirando a la opinión pública, rodearse de Verbitsky y Zaffaroni trae poder, algo que hoy Kirchner no tiene. Por eso el Presidente está a merced de los vientos de esa opinión pública, quiere dar la imagen de progre, le echa la culpa a Menem y al FMI de todo, y posterga las medidas en serio para cuando tenga más poder efectivo.


P.: ¿No lo asusta que haya comenzado la relación con los empresarios retándolos?

C.R.: Es un alerta. Pero recuerdo que Domingo Cavallo, es sus días difíciles, les dijo cosas peores. Hay que esperar las medidas en serio.


Entrevista de Carlos Burgueño