Ambito Financiero 25.07.01

 

Rodríguez: "Nos merecemos el riesgo-país que tenemos"

Periodista: Los mercados reaccionaron mejor, dentro de los malos números de riesgo y demás, respecto de la semana anterior. ¿Hay alguna explicación para eso?

Carlos Rodríguez: Sí, los técnicos dicen algo. En la Argentina, arriba de 1.000, 1.100 puntos, básicamente no hay más crédito nuevo para el país. O sea que todo lo que se cargó arriba de ello eran posiciones especulativas en operaciones de compra y venta a futuro para tomar ventaja de un eventual default. Se estaba apostando a que los bonos argentinos iban a bajar más porque íbamos a hacer cesación de pagos. Entonces, eso llevó la prima de riesgo muy arriba. Cuando se empezó a renegociar la deuda que era mantenida domésticamente, por bancos y AFJP, lo cual es peligroso, los operadores extranjeros dijeron: esto lleva para largo. Entonces deshicieron las posiciones y bajó la prima de riesgo. No nos engañemos, no es por el nuevo futuro que hemos descubierto con este régimen de equilibrio fiscal.

P.: ¿Este nuevo slogan que hemos inventado los argentinos, déficit cero, conseguido a partir de que se le saca al sector privado 1.100 millones de pesos, nuevos, adicionales, lo convence?


C.R.: No, ni me convence ni me deja de convencer. Sólo se puede distribuir lo que se cobra. Y eso es lo que se está haciendo ahora, se le ha dado un marco legal a eso. Pero en sí mismo, no implica ningún cambio estructural en la Argentina. No remueve las condiciones que nos llevaron a la quiebra.

P.: Hace un mes hubo un plan expansivo que daba plata a la gente y ahora, con la crisis esta, no se les dio la plata.


C.R.: Pero algunas medidas quedan y son malas, de más está decir, como por ejemplo, la suba de aportes patronales cuando el desempleo subió dos puntos, ¿no es cierto? Y bueno, eso es malo, sobre todo que se ha subido en las empresas que son las que más crean trabajo, que son las empresas de servicios. Todo eso es debatible, es discutible. Por el momento, lo que hay acá es un rebote técnico para abajo, vuelvo a repetir, debido a que el gobierno ha demostrado que está dispuesto a meter la mano en los pasivos monetarios domésticos antes de entrar en cesación de pagos. Eso quiere decir que los extranjeros que «estaban cortos Argentina», como se dice, estaban especulando con que nos caíamos, deshicieron la posición y se dejaron de embromar. Ahora tenemos la prima de riesgo-país que nos merecemos. Y ahora es donde viene el tema, más allá de administrar la quiebra, que es inevitable... ¿vamos a hacer algo? Vamos a reformar el Estado? Porque yo pido por favor, no dejen de pagarles a los policías, los necesitamos, y no dejen de pagarles a los viejos, que es la generación anterior, que ya pagaron ellos, estamos en deuda con ellos. Entonces, cuidado, porque cuando uno administra quiebras tiene que poner cierto criterio también, sobre todo en una sociedad. Así que yo veo todavía con profundo disgusto, por ejemplo, que la biblioteca del Congreso tiene 1.025 empleados, 24 millones de pesos de sueldos y 64 mil pesos de inversiones que incluyen ocho mil pesos de libros. Entonces, estamos gastando 24 millones de sueldos para manejar 8 mil pesos de compra de libros, y preferimos no pagarles a los viejos y a los policías. Eso está mal.

P.: Sin embargo, cuando se quiso tomar alguna medida ahí, poco menos que se paró el país.


C.R.: No estábamos quebrados en ese momento. Eso lo hizo Machinea, fue una de las pocas buenas intenciones de Machinea y el Congreso se lo paró enseguida porque estaban cocoritos en esa época. Ahora, de todo esto, más allá de criticar puntualmente al gobierno, porque a esta situación llegamos por culpa de este gobierno, que trata de vendernos el blindaje y el supercanje y ahora el déficit cero este como triunfos cuando en realidad son un fracaso atrás del otro. Pero la gente está aprendiendo. No sólo se da cuenta de que el gobierno no está funcionando bien, está tomando cuenta de que el Estado no es una vaca lechera que la podemos seguir ordeñando, que de golpe se le acaba la leche y que cuando se acaba la leche pueden pasar cosas feas.