Ambito Financiero 08/02/06

Lo dice Carlos Rodríguez. Defendió pago al FMI. «Nos salimos de una pequeñísima integración como el Mercosur», agregó

"No deberían sostener más al dólar. No bajaría mucho"

Carlos Rodríguez

El economista Carlos Rodríguez aseguró que las últimas medidas, como el pago al FMI, son recomendaciones que hacían los economistas ortodoxos, pero que durante los '90 no se podían concretar porque no se contaba con el apoyo parlamentario que Kirchner tiene hoy. Agrega una recomendación: la política de acumular reservas tenía el objetivo de cancelar la deuda con el Fondo y que ya hecho esto se debe frenar.

Estas fueron las principales declaraciones del rector de la Universidad del CEMA a este diario:

Periodista:
Aunque se lo suele tildar de opositor al gobierno usted elogia las últimas medidas que se tomaron, sobre todo en relación a las políticas fiscales.

Carlos Rodríguez: Es que el gobierno está demostrando cierta flexibilidad, más allá de algún impulso populista. Pero el superávit fiscal y el pago al FMI eran todas recomendaciones que hacían los economistas ortodoxos. Antes esto, durante la convertibilidad, no se podía llevar a cabo por oposición parlamentaria. Ahora los mismos políticos, porque el Congreso no ha cambiado en estructura, sí apoyan pagar la deuda en default a 33%, pagar 100% al FMI, tener superávit fiscal
...

P.:
¿Eso se lo atribuye a un buen manejo político de Kirchner?

C.R.: Evidentemente logró apoyo dentro del partido y del Congreso casi total. En los '90 se le presentaba al Congreso un Presupuesto balanceado y sistemáticamente lo votaba con déficit. Ahora el gobierno presenta un Presupuesto con superávit y el mismo Congreso lo apoya. Ahora se pagó la deuda en default a valor de mercado, que es lo que pedíamos los economistas ortodoxos. Kirchner anunció que pagaba 7% y pagó 33%, y dejó a todo el mundo contento. Tiene manejo político y 70% de apoyo de la población, según las encuestas
.

P.:
Entonces el pago al FMI le pareció una medida oportuna.

C.R.: Claro, yo lo recomendaba y es una forma de mostrar a la comunidad financierainternacional que queremos seguir dentro del sistema y reconocer las reglas de juego, que incluyen que a los organismos internacionales no se les hace quitas porque son prestamistas de última instancia. Quizás no era necesario pagar todo junto, pero no hay gran diferencia
.

P.:
¿Fue correcto usar reservas?

C.R.: Seguro, porque la deuda con el FMI es deuda con el Banco Central. Cuando el FMI le prestó a Fernando de la Rúa, fue a parar a las reservas. El año pasado, hubo toda una estrategia de acumulación de reservas y se financiaron en gran parte con emisión monetaria y Lebac
.

P.:
Eso tiene un costo inflacionario.

C.R.: Sí. Alguien puede criticarlo porque convalida la inflación. Pero si es así, fue una inflación bien sufrida, tiene utilidad. Yo no creo que sea la causa de la inflación, la que tiene que ver con un ajuste de precios relativos. Se devaluó 200% y el dólar está en el orden de $ 3
.

• Convalidación


P.:
Entonces quedaría margen para que suban más los precios.

C.R.: Es muy difícil hacer ese cálculo. Esta inflación tiene que ver con la devaluación. Primero hubo un susto recesivo y después la economía se fue ajustando con un tipo de cambio más alto, vinieron demandas salariales y el gobierno fue el primer culpable de dar aumentos obligatorios. Después permitió a los sindicatos reclamar más y aprovechó que esa inflación iba a venir y emitió dinero que la convalidó
.

P.:
Ahora que ya se le pagó la deuda total al Fondo, ¿para qué entonces se sigue acumulando reservas?

C.R.: Es verdad que todo tiene un límite. Si los recursos generados por el impuesto inflacionario financian gasto corriente y dan aumentos de sueldo, es plata malgastada. Si sigue aumentando la cantidad de dinero al ritmo que viene, 30% en 12 meses, es mucho. Puede justificarse una vez porque queríamos pagarle al Fondo, pero habría que parar. No hay deudas relevantes ahora, alcanzaría con el superávit fiscal
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P.:
¿Qué pasará si ahora se deja de emitir en ese nivel?

C.R.: Es probable que tenga algún efecto recesivo, como es tradicional. Pero si se hace bien no debería ser muy grande. No hay déficit fiscal, así que no hay razón para que la cantidad de dinero crezca. Simplemente hay que dejar de comprar dólares.

P.:
Pero caería el tipo de cambio y el gobierno no quiere.

C.R.: Probablemente el dólar caería, pero no tanto. En el último año el dólar creció 7% y la inflación fue 12%. Son números pequeños, sutilezas. Hay que ver qué pasa entre el dólar y el euro, y la inflación norteamericana que es casi 3,5%. Nuestros commodities son más relevantes todavía.


P.:
Pero el gobierno sigue acumulando reservas, ¿tendrá otro plan?

C.R.: Habría que ver si se piensa pagar al Banco Mundial,que no creo, o hacer algo con la deuda no reestructurada. No lo conocemos pero sabemos que lo que hace esta administración fiscalmente es ultraortodoxo
.

P.:
Ahora parece que el plan del gobierno tiene que ver con acordar con empresarios para que bajen los precios.

C.R.: Creo que en ese sentido Kirchner no tiene por qué entender la política monetaria, no es economista ni banquero. Hay equipos en el Central que tendrían que ocuparse de explicarle. Pero hay ciertas personas con carácter tal que no aceptan explicaciones. Es lo que se dice de Kirchner
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P.:
Usted siempre criticó la política laboral ¿sigue pensando lo mismo?

C.R.: Yo iría exactamente para el otro lado del que va el gobierno. No subir impuestos al trabajo sino bajarlos.


P.:
¿Cómo vio las negociaciones con Brasil?

C.R.: El resto de América latina está mirando al ALCA, al comercio libre y nosotros estamos enterrándonos. Es insólito que después de 15 años de Mercosur tengamos que poner una cláusula de adaptación competitiva para tratar de compensar por asimetrías, algo que ya deberían haberse resuelto. No sé qué pasa en la Argentina que sistemáticamente somos asimétricos contra todo el mundo. Creo que la asimetría es por la carga impositiva y el no respeto a los derechos de propiedad. Con Brasil se ve el lamentable resultado de no haber hecho los necesarios cambios estructurales. Es una pena perdernos el tren del mundo que va en sentido de abrirse. Somos un mercado chiquito, así que el capital se va a ir a otro país. Lo mejor a seguir es el modelo chileno y nosotros hasta nos salimos de la pequeñísima integración que era el Mercosur
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Entrevista de Florencia Lendoiro y Laura Costa