El Cronista 22.12.00
Es hora de sumar caras nuevas y despolitizadas
Blindaje, una carta para López Murphy
Por
CARLOS RODRIGUEZ
Por primera vez Análisis no realizará un pronóstico puntual de
crecimiento para el año que viene. Toda predicción
económica debe realizarse sobre la base de un programa de
política económica. Este fin de año nos encuentra sin política
económica y en situación de imposibilidad de realizar pagos de
la deuda pública y de los sueldos de diciembre.
Para evitar la cesación de pagos el FMI ha aceptado negociar
un paquete de u$s 11.644 millones que será discutido durante
el mes de enero por el Board. Este paquete llamado "blindaje"
tendrá condicionalidad, tanto previa como ex-post. Esta
condicionalidad no es aún conocida. Imagino que incluirá las
promesas del Presidente en su discurso de Mar del Plata, pero
es difícil imaginar qué grado de cumplimiento exigirá el FMI
sobre aspectos tales como la reforma previsional o la
reglamentación de la desregulación de las obras sociales
sindicales.
Si bien los mercados descuentan en cierta medida que algún
préstamo va a haber, lo cierto es que éste aún no existe y
que la condicionalidad no está definida claramente. Esta no
es la única fuente de incertidumbre. A la declaración de que
tenemos Machinea para rato, se agrega la opción de que
entren Chacho Alvarez y Cavallo a tomar las riendas. Sin
embargo, muchos favorecen el retiro de Machinea y su
reemplazo por López Murphy, respaldado por el equipo de
FIEL.
Machinea, Cavallo y López Murphy representan alternativas
absolutamente diferentes. Aceptemos que se cumple con la
condicionalidad que pensamos que pedirá el FMI por lo que
sale el blindaje en algún momento a fines de enero. Los
cambios propuestos en el discurso de Mar del Plata son muy
buenos, pero hace falta creer en ellos y venderlos (no salir a
decir que fueron instrumentados forzados por las
circunstancias!).
Creo que el equipo económico liderado por Machinea es
incapaz de generar el cambio en la credibilidad para que se
recupere la inversión bruta interna. Para ello hace falta creer
en el capitalismo y en la economía de mercado. Sin esos dos
ingredientes no hay inversión, ni hay eficiencia, por lo que no
se producirá el crecimiento.
El ala del radicalismo que representa Machinea no cree en el
capitalismo ni en el mercado sino que endiosa la ética de la
solidaridad compulsiva y las políticas activas. Por más que se
disfracen de banqueros cuando precisan pedir prestado,
siguen siendo lo que siempre fueron, con los resultados que
están a la vista (lamentablemente por segunda vez).
Machinea ya tuvo su segunda oportunidad y también la
perdió. El blindaje no es un premio de la comunidad
internacional a la política económica argentina sino un
préstamo de corto plazo para que no entremos en default y
compliquemos a los otros países emergentes.
Cavallo, con su peculiar carácter, daría al principio la
impresión de que alguien tomó las riendas. Sin embargo, creo
que añadiría más desequilibrio político a una Alianza que de
por sí ya está muy complicada. Creo también conveniente
recordar el descontrol fiscal que existió a principios de 1996
antes de la salida de Cavallo. En ese momento los remedios
recomendados por Cavallo fueron la eliminación de las
asignaciones familiares y la obligación de retener las facturas
de IVA so pena de tener que abonarlas de nuevo al declarar
anualmente el impuesto a las ganancias (con lo que se
llevaría la tasa al 42%). Machinea y Cavallo son cartas ya
usadas muchas veces. Creo que es hora de caras nuevas y
despolitizadas. López Murphy y la gente de FIEL son
profesionales competentes, honestos y con mínima
participación política. Con ellos, y si se cumpliera con la
condicionalidad del blindaje, el país podría inmediatamente
recuperar la confianza de los inversores y consumidores. En
esas condiciones la tasa de crecimiento de 2001 podría llegar
a niveles entre el 5% y el 6%. No creo que se puedan repetir
las altas tasas de 8% a 10% de la década del "90 porque aún
faltan cambios estructurales para recuperar
significativamente la inversión, como la futura alineación de
nuestro comercio exterior. Sin embargo, creo que López
Murphy sabría muy claramente qué hacer en términos de
futura política comercial.
Las tareas pendientes deben ser llevadas a cabo por gente
que cree en las soluciones correctas y sabe cómo
implementarlas. La reforma del Estado, la rebaja eficiente del
gasto público, la integración al ALCA o el Nafta (la que sea
más rápida), la desregulación del mercado de trabajo, la
reducción de la evasión, la reforma educativa, la privatización
de la banca estatal, el rediseño del sistema de
coparticipación, etc. son sólo algunas de las difíciles tareas
que deberá enfrentar el próximo equipo económico.
CARLOS RODRIGUEZ es rector de la Universidad de CEMA.