INFOBAE - Suplemento especial - 5to. Aniversario La Argentina que queremos
Carlos Alfredo Rodríguez, Rector de UCEMA
Falta un verdadero capitalismo
La función pública debe dejar de ser una fuente laboral para incompetentes. Hay que terminar con el populismo
Deseo un país donde los individuos puedan progresar gracias a su esfuerzo propio y que dicho esfuerzo no se vea coartado por obstáculos impuestos por instituciones corruptas. Este objetivo requiere de una profunda reforma de la política y de las instituciones sindicales.
La reforma política debe jerarquizar la función pública haciendo que ésta deje de ser una fuente de trabajo para incompetentes y deshonestos. Debe facilitarse la salida rápida de los políticos incapaces: para eso propongo un sistema unicameral y parlamentario. Si el primer ministro es bueno podrá permanecer en el cargo indefinidamente. Si el primer ministro y el parlamento no se ponen de acuerdo se llama inmediatamente a elecciones para todos los cargos parlamentarios y el nuevo parlamento designa un nuevo primer ministro.
En un sistema parlamentario el "que se vayan todos" es factible y ¡democrático!
Quiero que los sindicatos sean instituciones al servicio de los trabajadores: para ello se requiere la afiliación voluntaria y la libre competencia entre sindicatos. Los trabajadores deben ser libres de negociar sus salarios con los empleadores. Debe profundizarse el proceso de competencia entre las obras sociales y terminarse con el carácter compulsivo de los aportes sindicales.
Recompensar el esfuerzo
Deseo un país donde el esfuerzo individual se vea recompensado y apreciado. Esto requiere terminar con la solidaridad compulsiva a cargo de políticos populistas que viven proclamando como redistribuir la torta sin preocuparse por los derechos de los que la producen. Es imprescindible poner límites Constitucionales estrictos a las violaciones de los derechos de propiedad basadas en la interpretación jurídica del "estado de emergencia".
Deseo un país donde los impuestos no sean un obstáculo para la actividad económica ni una excusa para la evasión masiva. Nuestro sistema de coparticipación no permite instrumentar un sistema impositivo razonable y menos aún supervisar su recaudación. Hoy día la Nación pone los impuestos y las provincias los gastan. En nuestro país federal, las provincias carecen de incentivos para racionalizar y recaudar los impuestos y esto fomenta la evasión y fuerza a la Nación a subir más las tasas, generándose un círculo vicioso de cada vez mayor evasión y mayores tasas. El sistema de coparticipación debe ser reformado de manera que el que gasta los fondos sea responsable de recaudar los impuestos. La recaudación impositiva debe ser delegada a las provincias.
Equilibrio fiscal
Deseo un país con una moneda estable, para lo cual es prioritario alcanzar el equilibrio fiscal sostenible. Con equilibrio fiscal sostenible cualquier sistema cambiario es posible. Cualquiera sea su moneda, ésta debe ser convertible, los argentinos deben ser libres de disponer a voluntad de sus ahorros.
Deseo un país integrado al mundo para lo cual debemos pagar nuestras deudas y abrir la economía al comercio internacional en gran escala, integrándonos a otros bloque comerciales más amplios y estables que Mercosur, me refiero al NAFTA y la Unión Europea.
Si se instrumentan las medidas anteriores quizá en nuestro país las Pyme se conviertan en proveedores de calidad en lugar de ser instrumentos de evasión y coto de caza para las promesas fáciles de los políticos demagogos (una Pyme un voto).
Quizá logremos tener empresas bien grandes que sean eficientes a escala internacional y provean de empleo estable a gran parte de la fuerza laboral.
Lo que la Argentina necesita es verdadero capitalismo: con el capitalismo se come, se cura y se educa.