El
año pasado los desaciertos de la estrategia de endeudamiento oficial
en diferentes monedas costó más de 1.800 millones de dólares.
Así lo advirtió el economistaRicardo
Schefer, quién explica que «el problema de la deuda
tiene implicancias más graves de lo que se dijo hasta ahora porque
el PBI -por efecto deflacionario- caería cerca de 8% este año
en términos nominales».
Schefer, consultor y economista
del CEMA, señala que «dentro de este cuadro recesivo con
el Estado y algunas empresas endeudándose a una tasa de más
de 10%, eso implica devengar una tasa de 18% real. Una situación
como ésta fue la que colaboró a gatillar el default latinoamericano
de los ’80».
Schefer frente a este contexto
recomienda que «hay que vacunarse: las empresas y los Estados
deben minimizar el endeudamiento», a la vez que critica ahora
el manejo de la deuda nacional considerando que hay un excesivo nivel de
especulación que degenerará en más déficit
fiscal.
Al respecto no se manifiesta sorprendido
por la mala performance tributaria ya que «en este marco recesivo
y con caída de precios no sorprende que la recaudación tributaria
venga tan mal».
Crítica
Estos son los principales pasajes de
la entrevista mantenida con Ambito Financiero.
Periodista: Usted hace tiempo que
viene criticando el neofestival de bonos del gobierno ¿cómo
ve el panorama ahora?
Ricardo Schefer: Veo que el
manejo de la deuda nacional se está desprofesionalizando cada vez
más, eso nos cuesta caro y habrá que regularlo en la ley
de convertibilidad fiscal o como se llame.
P.: ¿Pero usted siempre defendió
al equipo económico con el alargamiento de plazos de la deuda que
se hizo?
R.S.: Eso estuvo bien. Pero
ahora empezaron a manosear a las AFJP y peor, «timbean» y esto
ya nos costó 1.826 millones de dólares en 1998 según
el Informe Económico del Ministerio de Economía.
P.: ¿Cómo es eso que
«timbean»?
R.S.: Una administración
que dice que sólo no se sale de la convertibilidad 1 a 1, y peor,
que
se dedican al marketing de la dolarización, resulta que en 1998
se endeudaron en 46% en monedas distintas que el dólar: 23% en euros,
18% en marcos, 8% en liras y 5% en otras monedas. Si esas monedas se
revalúan tendremos más déficit.
Costo extra
P.: ¿No serían más
bajas las tasas de interés en esas otras monedas que en el dólar?
R.S.: El costo extra de 1.826
millones de dólares es por diferencias de cambio en contra. Si usted
ve que la tasa en yen es más baja que en dólares eso no quiere
decir que la deuda en yen le vaya a costar menos. Eso lo sabe doña
Rosa que, en definitiva, es quien paga los 1.826 millones en diferencias
de cambio en 1998.
P.: Usted es más pesimista
que Ricardo López Murphy...
R.S.: La performance fiscal
este año va a ser peor que lo esperado. La caída de ingresos
tributarios se explica por la caída del orden de 5% en el PBI en
el primer semestre sumada a una caída de 5% en los precios mayoristas.
Entonces,
el déficit fiscal resultante, más grande que el esperado,
tendrá que ser financiado a tasas mayores, lo que nos lleva al círculo
vicioso de una deuda pública muy creciente que insumirá más
intereses. Entre 1997 y 1998, la deuda creció 12.000 millones de
dólares y este año puede aumentar 10.000 millones más.
La carga de intereses del 2000 rondaría los 8.000 millones de dólares,
más o menos las diferencias de cambio por descalce de moneda.
Como le dije, en el ’98 gran parte de los bonos soberanos se emitieron
en otras monedas y eso origina un riesgo cambiario que costó los
1.826 millones...
P.: ¿Pero hay otras implicancias
para el costo del crédito?
R.S.: Por supuesto, porque
el costo marginal del endeudamiento público varía según
el plazo, pero ronda hoy 13,5% a 5 años. Pero esto es una tasa nominal.
Con
precios y recaudación como hoy cayendo 5 por ciento, el costo marginal
real de la deuda llega a 18 por ciento/19 por ciento. Con caída
de precios mayoristas, cosa que está ocurriendo también en
muchos países desarrollados, las empresas que venden productos o
servicios en mercados donde hay fuerte competencia por la participación
de mercado están viendo el achique de sus flujos de caja operativos.
El ejemplo de hoy es la protesta del campo y de los pesqueros, pero el
problema es mucho más extendido.
P.: Esto es el peor de los mundos...
R.S.: Claramente en este contexto
el costo real del endeudamiento es altísimo, pero el acreedor no
se beneficia porque ve neutralizada su mayor ganancia esperada padeciendo
un riesgo de default mayor que el proyectado.
P.: Y del mercado ni hablar, entonces...
R.S.: No me extrañaría
que los valores de las acciones de las empresas endeudadas sigan bajando,
y eventualmente caigan también fuertemente las acciones de los bancos.
Este panorama se verá coronado por una mayor caída de los
bonos soberanos, con lo que se les impone a las empresas (y al Estado),
en lo posible, reemplazar financiamiento con deuda por retención
de utilidades, aportes de socios actuales o nuevos, por un lado, y aumentar
la cobertura a la exposición de riesgos.
Entrevista de Jorge G. Herrera