Trabajo (en la historia, el análisis económico y las encíclicas sociales)
“Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, le dijo Dios a Adán y a Eva, luego de echarlos del Paraíso por haber desobedecido la orden divina de no comer los frutos del árbol prohibido. Fuera del Paraíso no hay de todo, para todos, gratis, es decir, existe la escasez. Además de lo cual en su estado virgen los recursos naturales no sirven para satisfacer las necesidades humanas, sino que requieren los servicios laborales para transformarlos en mercaderías útiles. Una cosa es el ganado salvaje, que vaga por los campos y se reproduce sin límites, y otra bien diferente es un pedazo de carne asada, lista para ser ingerida por algún ser humano. Este ensayo, entonces, se ocupa de una faceta humana tan vieja como el mundo mismo. Sin pretender en lo más mínimo agotar la cuestión, y sin circunscribir el análisis a una perspectiva meramente “economicista”, sino visualizando al trabajo como parte de la realización humana, aquí se la aborda desde el punto de vista histórico, del de las doctrinas y las teorías económicas, y desde el de las Encíclicas sociales. Antes de lo cual se analizan los posibles significados de una expresión conocida y contundente. No arranqué de cero, sino que tuve en cuenta escritos anteriores. En particular, mi análisis de la economía argentina durante la segunda mitad del siglo XX (de Pablo, 2005), las cortas biografías de economistas incluidas en www.juancarlosdepablo.com.ar, así como el análisis de las Encíclicas sociales que publiqué en Criterio y en Contexto. La aclaración es importante porque el lector atento advertirá cierta desproporción en el tratamiento de los diferentes temas, entre extensión e importancia, resultado del hecho de que en algunos casos reproduje análisis anteriores y ante la duda decidí no cortar el texto.