Día de la Mujer: generaciones, carreras y la importancia de pensar en el futuro laboral y educativo
Este viernes 8 de marzo invita a reflexionar y tomar conciencia de las problemáticas sufridas por las mujeres en el ámbito laboral y educativo, entre otros. Liderazgo y construcción de confianza.
Desde hace tiempo tenemos la sana tradición que marzo sea un mes de reflexión en materia de género. Atrás quedaron las ideas de festejos de cara a comprender que es una fecha conmemorativa. Y como tal es un tiempo de balance para celebrar lo alcanzado y al mismo también para pensar en cómo lograr lo no logrado aún.
A nivel global hay más mujeres en puestos de liderazgo, pero nos seguimos asombrando con el titular "la primera mujer en ocupar el cargo de CEO en esta empresa de más de 100 años" o parecidos y el número avanza lentamente lo cual se traduce en años, décadas y un poco más, dado que acorde a Naciones Unidas lograr cerrar la brecha de género nos demandará 136 años.
Veamos algunos indicadores: acorde a datos de una encuesta realizada por LinkedIn en 163 países, las mujeres representan el 41,9% de la fuerza de trabajo y cuando miramos porcentaje de mujeres en posiciones de liderazgo este porcentaje se sitúa en 25%.
Una pregunta para hacernos es en qué tamaño de organizaciones y en qué industrias se dan mayormente las posibilidades de crecimiento de las mujeres. Según OIT, los espacios de alta dirección se dan en mayor proporción en empresas medianas y familiares y en menor escala en grandes empresas.
Posiblemente no nos sorprenda las industrias donde encontramos mayores niveles de alta participación de mujeres que son educación, servicios al consumidor y comercio minorista; mientas que servicios financieros, tecnología, oil&gas y agro los liderazgos son proporcionalmente mucho más bajos en comparación con su plantilla interna.
Sabemos que una de las áreas que viene teniendo crecimiento y que se presenta también fuerte en el futuro es tecnología y con ella asociada las denominadas carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), que además son bien remuneradas.
Por un lado, vemos a nivel global que sólo el 29,2% de los puestos relacionadas a STEM están ocupados por mujeres. Si bien se han visto progresos en los últimos años aún no son tan significativos. Por otro lado, las posiciones de liderazgo en esta industria están representado por alrededor del 12,4% de mujeres.
Con estos datos es tiempo para trabajar en diferentes niveles: con las actuales y futuras generaciones de mujeres en relación con el trabajo y la educación. Para las primeras podemos mirar dentro de las estructuras de liderazgo de las organizaciones y para ello se requiere un compromiso con quienes ocupan esas posiciones donde nos vamos a encontrar en mayor proporción a varones.
Poder trabajar con ellos para ahondar en el aporte al negocio que generan las mujeres en altas posiciones no solo porque aporta otra mirada, mayor creatividad, otras experiencias producto de un recorrido diferente, sino también porque representa en muchos casos a quienes consumen nuestros servicios o productos.
Cabe destacar la importancia analizar la cultura de la industria en primera instancia para entender si existen barreras o aspectos que nos puedan ayudar en este camino y claramente la cultura de la empresa.
Así, con este primer diagnóstico, podemos generar un plan integral en diferentes etapas que contemple programas de capacitación, acciones de mentoreo y sponsorship en pos de contribuir para ampliar un pipeline de mujeres para ocupar en futuro inmediato mayores posiciones de liderazgo.
Creación de redes internas de mujeres y trabajar en la construcción de confianza. Y sin lugar a duda trabajar fuertemente en temas de acoso y violencia porque opera negativamente para el desarrollo de mujeres fundamentalmente y también otras identidades.
Por otro lado también tenemos que mirar nuevas generaciones donde vemos que la elección de carreras universitarias STEM a nivel global es del 35% y en Argentina del 12%, donde se pueden percibir claras tendencias a la selección de otras carreras y se da un fenómeno que no solo sucede en nuestro país, sino también en España y otras latitudes.
Allí vemos que las jóvenes a la hora de elegir carreras terciarias o universitarias se inclinan en mayor proporción a las carreras relacionadas a Ciencias de la Salud en un 75,9% y Ciencias Humanas con un 72,5% y las Ciencias Aplicadas, donde se encuentran las carreras STEAM que solo son seleccionadas por el 18,1% acorde a datos de la Secretaria de Políticas Universitarias en nuestro país.
En tanto, en España, las jóvenes se inclinan también a las profesiones relacionadas a la Salud en un 69%, Servicios Sociales en 72% y Enseñanza, donde Educación Infantil representa el 92% y Enfermería el 82% de alumnas mujeres acorde a Sistema Integrado de Información Universitaria. Y los varones si representan altas tasas de matriculados en las carreras STEM.
Las elecciones de las carreras se hacen en libertad, pero no sin prejuicios o sesgos socioculturales, donde confluyen diferentes modelos, experiencias familiares, personales cuya influencia recae en la toma de decisiones.
Acercar las carreras de ciencia y tecnología para todas las personas es sumamente positivo pensando en el futuro en clave de educación y también laboral, pero se requiere de un mayor esfuerzo para llegar a las niñas y adolescentes para desandar los sesgos que los estudios de tecnología no son tan afines a ellas porque no solo abre mundos sino que mejorará su empleabilidad y desarrollo.