Advirtieron que adoptar la moneda de Estados Unidos le restaría al gobierno margen de maniobra para enfrentar shocks externos, entre otros problemas.

Economistas plantearon cuestionamientos a los planteos sobre una dolarización de la economía como una salida para el freno de la inflación. Se trata de Diana Mondino, del CEMA, Rodrigo Benitez, de MegaQM y Alfredo Romano de la Universidad Austral.

Los tres profesionales disertaron en el marco del Pre Congreso del Instituto Argentinos de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) que se llevó a cabo en Córdoba.

Mondino sostuvo que hay que “una dolarización ordenada de la economía requiere flexibilización y desregular”.

“La dolarización es como plantear ‘te corto la pierna pero vas a vivir`. No estamos dispuestos a analizar otras opciones para evitar lo irreversible”, agregó la economista del CEMA..

Mondino dijo que “Argentina gasta mucho y mal, y tiene un sistema poco cuidado” y agregó que “si no modificamos de raíz los problemas, no hay dolarización que valga”.

Es más, consideró que “si fuéramos modificando el gasto, si fuéramos dando productividad, la dolarización no sería necesaria”.

Por su lado, Benitez, economista jefe de MegaQM, dijo que “los niveles de inflación de la Argentina han sido récord sostenidamente en los últimos 15 años del 34%”.

Analizó que dolarizar implica elegir “un camino de shock en vez de uno gradual para ordenar la economía” pero enfatizó que “ambos tienen en común la necesidad de un esquema fiscal ordenado, una política monetaria que acompañe y la necesidad de consenso”.

Benítez advirtió que “a dolarización requiere un plan integral con objetivos que se vayan cumpliendo”.y requiere de “un esquema de transición en el cuál el ajuste no sea tan alto”.

“Tiene que estar claro que la dolarización no es reversible y que hay una pérdida de libertad para afrontar, por ejemplo, los shocks externos que puede haber”, aclaró..

Por su lado, Romano descartó que la Argentina pueda llevar adelante una dolarización porque “se requiere de muchísima confianza” y dijo que es “inviable llevarla a cabo en una Argentina sin confianza y porque no hay reservas suficientes”.

“A un proceso de dolarización, si se hace, hay que acompañarlo con otras medidas y reformas en el plano fiscal, comercial y bancario para que el régimen pueda sostenerse en el tiempo”, planteó.

Por otro lado, dijo que “en 87 años de creación del Banco Central tuvimos sólo siete años de inflación de un dígito” y aclaró que “el bimonetarismo no tiene nada que ver con la dolarización, que es exactamente lo contrario”.