La generación silver también quiere seguir aprendiendo

Autor
Matías Castano
Medio
Ámbito
Mes/Año
12 de agosto de 2022

Los mayores de 50 años son un grupo económicamente activo que viene creciendo cada vez más. Muchos buscan reinventarse con nuevas carreras o seguir capacitándose. Aquí, la opinión de los especialistas.

Formarse toda la vida. Cada vez más las personas mayores de 50 años emprenden nuevos horizontes en su vida y buscan seguir estudiando carreras o estudios de posgrado. Es que la denominada Silver Economy está tomando cada vez más relevancia como fenómeno mundial y las instituciones ampliaron sus ofertas para esta población, mucho más en estos últimos años.

Se suele hablar de generación silver para hacer referencia a un fenómeno relacionado con el impacto económico de una mayor expectativa de vida de la población mundial, que genera un mercado de bienes y servicios destinados a satisfacer las necesidades de las personas mayores de 50 años.

“Se trata de un bonus de la longevidad como lo define el MIT”, explica Inés Castro Almeyra, investigadora en temas de longevidad quien asegura que hoy tenemos 30 años más de vida. “Todo lo que estudiamos desde que somos chicos hasta los 30 años, ese mismo periodo se agrega a la expectativa de vida y no hay un guión para eso”, grafica.

Para Almeyra a la hora de estudiar existen dos grupos de personas, los que quieren o necesitan reinventarse por una necesidad profesional y económica y lo hacen por un interés personal que muchas veces no está ligado al mercado laboral. “Hay mucha gente de esta generación que no pudo estudiar lo que quería y hoy quizás tiene esa posibilidad”, completa.

Formación

“Los adultos forman parte de la vida cotidiana de las aulas”, sentencia Valeria Altieri, secretaria Académica de la Facultad de Medicina Fundación Barceló quien advierte que la matricula crece no solo a nivel de posgrado. Cada día suman más alumnos mayores carreras de grado como Psicología, Enfermería y Nutrición que pueden cursarse a distancia. De hecho, en Nutrición el 12% de los estudiantes tienen más de 45 años.

Según Altieri “el adulto mayor tiene deseos fuertes de aprender, son los más aplicados en una clase porque no quieren perder tiempo, se encuentran en otra etapa de la vida donde comprenden el valor de la escasez de disponibilidad”. El fenómeno no se nota solo en carreras a distancia, también crece la matricula en presenciales, incluso relata una particularidad: una madre e hijo están cursando juntos la Lic. en Kinesiología.

En la Universidad Austral la mayoría de las carreras de la Escuela de Educación se orientan a la formación de adultos. Esto tiene que ver, por un lado, con que la educación secundaria y superior necesita completar la formación de base técnica con las capacidades de enseñanza para ejercer docencia en el nivel secundario o superior. Por otro lado, porque muchas personas que tienen título habilitante para la docencia, en su desarrollo profesional, aspiran a ejercer la dirección de una institución educativa, y para ello hay programas de formación específicos.

“Finalmente, para personas que están en la educación hace tiempo y quieren profundizar sus capacidades de investigación, contamos con un doctorado”, asevera Santiago Bellomo, decano de la Escuela de Educación de la Universidad Austral.

Por su parte Roberto Villarruel, director general del Centro Universitario de Idiomas- CUI recalca que el estudio de un idioma no tiene edad para empezar ni para terminar. “El aprendizaje de idiomas nos permite ejercitar la memoria, la capacidad de asimilación, las habilidades auditivas y comunicativas, facilita la socialización y la producción colectiva, fomenta la creatividad para la resolución de situaciones novedosas o superar dificultades y amplía nuestra capacidad de comunicación”, asegura sobre el principal Centro de Idiomas de América Latina en donde se dictan más de 25 lenguas en modalidad grupal por Zoom y presencial.

A medida

En UCEMA detectaron la carencia de ofertas educativas a la medida de un grupo de más de 50 años al que definen como “cada vez más numeroso y trascendente” y lanzaron UCEMA Senior, un área especializada en el desarrollo y dictado de programas a la medida de los intereses y las necesidades de los ejecutivos y profesionales mayores.

En ese marco se dictaron y se siguen dictando, entre otros, cursos de Transformación Digital, Finanzas Personales y Actualización Tecnológica. Y en el mes de septiembre, con una visión más totalizadora, se ofrecerá un Programa en Silver Economy, cuyo subtítulo es: “Herramientas para acceder a la economía del futuro”.

“La extensión de la vida activa hace que a los 50 se avizore mucho futuro por delante. Eso a veces se cruza con la posibilidad de tener mayor tiempo libre y una claridad sobre los intereses personales de la que se carece a los 20”, analiza Matías Castano. coordinador Ucema Senior.

En esta universidad hay una gran participación del segmento en Programas de Educación Ejecutiva a los que acuden en busca de un upsikilling es decir mejorar o actualizar las habilidades profesionales o un reskilling que está relacionado con aprender nuevas habilidades para encarar un cambio de función.

“Los mayores de 50 años son el colectivo de mayor crecimiento demográfico y económico de la actualidad y entre sus necesidades se cuentan las de integración laboral, no discriminación, actualización tecnológica y promoción de su capacidad emprendedora”, refuerza el directivo.

Campo laboral

Milagros Abud, coordinadora general de Diagonal Asociación Civil que promueve el desarrollo laboral de personas mayores de 45 años enfatiza que las personas +50 se encuentran con ganas, energía y disponibilidad para asumir nuevos desafíos, encarar proyectos o concretar aquellos pendientes que tienen que ver con el desarrollo personal y profesional.

En cuanto al mercado laboral explica que aún está impregnado de mitos y prejuicios en relación al talento y la edad. “Suelen priorizar la incorporación de perfiles “jóvenes”, a quienes le asignan (de manera sesgada), competencias tales como el dinamismo, la flexibilidad, la actualización tecnológica, entre otras”, lanza.

“Si bien algunas empresas han impulsado la incorporación de talento +50 y +60 lo hacen para posiciones acotadas y no les ofrecen un plan de carrera ni desarrollo profesional acorde a las posibilidades o intereses de esta población”, alerta y asegura que las organizaciones “necesitan de un acompañamiento para gestionar asertivamente la diversidad intergeneracional en sus equipos de trabajo”.

En ese sentido, Almeyra sentencia: “Tanto las empresas como las instituciones educativas todavía no pueden o no saben aprovechar la cantidad de talento que hay en las personas mayores, ya sea con el conocimiento que tienen hoy o con la posibilidad de reconvertirse”. La generación silver apenas está comenzando a mostrarse, resta saber qué pasará en los próximos años y como esa transformación impactará en el mercado laboral y educativo.