Si estamos ante un nuevo régimen de inflación, ¿falta otra suba de tasas?
El gran interrogante, más allá del dato de inflación marzo, es si país está en otro régimen de inflación, del 60%/70% anual. ¿Qué debería pasar para que el Banco Central suba otra vez las Tasas?
Sin el ancla cambiaria y tarifaria y con el impacto de la guerra, la dinámica inflacionaria se disparó y alcanzó el 6,7% mensual en marzo. De esta forma, acumula 16,1% en el primer trimestre de 2022 y marca el registro más alto de los últimos 20 años (solo superado por la de abril del 2002, 10,4% tras la disparada del dólar oficial de $1 a $4). Equivalente a una tasa anualizada de 81,6%, con una variación interanual de 55,1%. El Banco Central, por su parte, subió las tasas de interés para evitar que esta suba de precios trepe hacia los dólares alternativos y el dólar libre.
La inflación, dentro de la partida alimentos, fue de 7,2% en marzo y acumuló 20,9% en el primer trimestre y 59,7% en los últimos 12 meses. Durante marzo, y como consecuencia del acuerdo con el FMI, se tuvo que levantar las anclas cambiarias y tarifarias. Así, el dólar oficial subió 3,3% en marzo. Venía de 2,3% en febrero y 1% entre marzo y noviembre del año pasado. Actualmente, está a un ritmo de 4% mensual (60% anualizada). Asimismo, el incremento de tarifas de servicios públicos impactó, particularmente en el área metropolitana (21,6%). Otro factor fue el shock internacional de commodities.
Si tomamos la serie del IPC-INDEC y consideramos la actual gestión, el promedio mensual de inflación fue del 3,28% (entre diciembre de 2019 y marzo de 2022), acumulando 138,5% de inflación en 27 meses. Para el mes de marzo de 2022, la inflación núcleo (que no incluye a precios regulados ni estacionales) trepó el 6,4% mensual. Es decir, estuvo 0,3 puntos porcentuales por debajo de la inflación general. Para los últimos 12 meses, la inflación núcleo acumuló un 57,3%.
Al margen de esto, la inflación estacional subió un 65,5% interanual en marzo y los precios regulados aumentaron solo 40,9%. Los rubros que mayores subas registraron en marzo fueron:
Educación (23,6%)
Prendas de vestir y calzado (10,9%)
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (7,7%)
Alimentos y bebidas (7,2%)
Bebidas alcohólicas y tabaco (5,7%)
Transporte (5,5%)
Bienes y servicios varios (5,5%)
Restaurantes y hoteles (5,4%)
En tanto, dentro de los rubros que estuvieron por debajo de 4 puntos porcentuales de variación mensual se encuentran:
Comunicación (3,4%)
Recreación y cultura (3,3%)
Dentro de la “inflación de alimentos” (en GBA) "Pan y cereales" subió 11,6%, “Leche, productos lácteos y huevos” se incrementó 9,3% y “Carnes y derivados” subió 7,5%.
No resulta menor señalar que hubo incrementos importantes en “Prendas de vestir y calzado” (desde el 3,4% en febrero hasta el 10,9% marzo), Transporte (de 4,9% pasó a 5,5%) y en Educación (desde el 2,6% al 23,6%).
La inflación que se espera para el 2022, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA (basándose en proyecciones de consultoras y bancos) es de 59,2% anual. Las proyecciones de inflación subieron más de 10 puntos porcentuales desde octubre de 2021, lo que se explica por la compleja dinámica que esta variable ha adquirido en los últimos meses. Después de conocerse el dato de marzo y con las expectativas de inflación en un piso de 60% anual, el BCRA actuó nuevamente:
Subió las tasa de interés de referencia (tasa de interés de Leliqs) a 47% anual (58,7% tasa anual efectiva) o 3,8% mensual
Probablemente, vuelva a subirla más adelante
En el caso de los ahorristas minoristas (menos de $10 millones), la nueva tasa mínima se fijó en 46% anual para los plazos a 30 días (que representa un rendimiento de 57,1% de tasa efectiva anual, suponiendo la renovación, mes a mes, del capital e intereses)
La suba de tasa de interés tiene dos objetivos:
Intenta cumplir con el acuerdo con el FMI, que exige tasas de interés reales positivas
Trata de evitar que a la escalada inflacionaria se le sume una suba en los dólares alternativos (hoy cotizando por debajo de los 200 pesos), debido a que una nueva disparada en la brecha cambiaria complicaría más aún la economía real
El gran interrogante, más allá del dato de marzo, es si nuestro país está entrando en un régimen de inflación por encima del 60%/70% anual. Algo que sería mucho más difícil de poder controlar. Probablemente, el escalón anterior, se produjo post- abril de 2018, con tasas de inflación de 25% anual a 50% anual. O tal vez el dato de inflación de marzo sea puntual (originado por una combinación del levantamiento de las anclas cambiarias y tarifarias por el acuerdo con el FMI y el impacto del shock internacional).
Cómo sea, y si bien las variables exógenas indudablemente impactan a nivel local y mundial, no se puede dejar de reconocer que la macroeconomía viene acumulando desequilibrios monetarios, que en este contexto complican aún más el panorama.