Los consejos de Warren Buffet y los errores de Silicon Valley Bank

Autor
Aldo Leporati
Medio
El Cronista
Mes/Año
16 de marzo de 2023

Aunque queda mucho por analizar de la caída del banco californiano, un primer aspecto de la relación del SVB con los stakeholders surge a primera vista. Hay tres lecciones que los bancos pueden aplicar.

Hasta hace apenas días atrás, el Silicon Valley Bank (SVB) todavía era un player muy respetado en el espacio tecnológico, con miles de start up como clientes, respaldadas por capital de riesgo en los EE.UU.

Había tenido un desempeño estelar en los últimos años, aumentó su base de activos durante la pandemia a $ 212.000 millones. Se convirtió en el banco más grande del Silicon Valley por depósitos y el 16° más grande del país. 

Hasta Forbes había agregado al banco a su lista Financial All-Stars. El mismo nombre "Silicon Valley Bank" transformaba a la institución en un paraíso aspiracional: ser parte de la elite.

En un abrir y cerrar de ojos, los reguladores cerraron el SVB después de una corrida bancaria inducida por el pánico. ¿Por qué y cómo sucedió exactamente?.

Aunque hay mucho por descubrir, hay algunas conclusiones preeliminares, vinculadas con el fracaso comunicacional del Silicon Valley Bank. Algo salió mal para que un banco tan importante y respetado con casi 40 años de trayectoria, fuera derribado en apenas horas. 

Recuerdo las famosas palabras de Warren Buffet: "Se necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla. Si piensas en eso, harás las cosas de otra manera".

Reacciones reputacionales

Para los profesionales de PR y Comunicaciones, esas lecciones incluyen la necesidad de las empresas de asegurarles un lugar clave para asesorar al management sobre la comprensión del impacto de las reacciones de los stakeholders en la reputación y el negocio, en esos momentos cruciales.

Las señales externas de problemas surgieron el miércoles 8 de marzo, cuando el SVB sorprendió a los inversionistas comunicando que el banco necesitaba recaudar más de u$s 2000 millones para reforzar su balance.

La reacción de varios importantes fondos de riesgo fue negativa, reduciendo su exposición al banco. 

La influencia de estos analistas agregó combustible al fuego y se produjo una corrida bancaria. Al final del día, los clientes habían intentado retirar u$s 42.000 millones en depósitos. La quiebra de SVB provocó temores de contagio en todo el sistema bancario y en seguida Signature Bank, con sede en Nueva York, también quebró.

Los inversores han perdido un total de u$s 72.000 millones en capitalización de mercado, según The Wall Street Journal

Las acciones bancarias en los mercados mundiales, incluidas las de JPMorgan y Citigroup, perdieron en días miles de millones de valor a raíz de las quiebras bancarias, y otro banco el First Republic Bank, parecía precario cuando el precio de sus acciones se desplomó.

Auditores en la mira

Otro de los implicados es KPMG, que dio por válidas las cuentas del SVB apenas 15 días antes. Eran dos revisiones del ejercicio 2022. Los problemas eran más actuales, la auditora debía señalar riesgos y otros asuntos relevantes al cierre contable. 

Los posibles errores de KPMG serán parte de la investigación y de las demandas que han empezado a interponer los depositantes. La consultora en su defensa declaró que no es responsable de los acontecimientos posteriores a sus análisis de cuentas

¿Su destino será similar a Arthur Andersen en el caso Enron, cuando también se supo que es el auditor del First Republic Bank?.

El daño sobre los intangibles

Las sucesivas crisis bancarias a través de los años por burbujas que crecen en torno de una "nueva forma de hacer dinero", para finalmente explotar por el aire, rara vez se analizan desde los intangibles con una comprensión clara de los riesgos reputacionales, presentes y futuros.

Este es un fenómeno que no sucede exclusivamente en los EE.UU.. En la Argentina y otros países también existe esta especie de "psicosis cultural", y apenas estamos en los primeros capítulos de cómo es probable que esto pronto se repita con las criptomonedas. 

Algunos, por ejemplo se pusieron nerviosos cuando se desayunaron esta semana que no existe ningún regulador de criptomonedas en EE.UU. que asegure cuentas por 250.000 dólares.

El rol de las comunicaciones estratégicas

El rol de las comunicaciones estratégicas en estos casos tiene que ser el opuesto del pensamiento que creó los problemas. Vale la pena analizar algunas cosas:

1) El asesoramiento comunicacional es fundamental para la gestión de riesgos. A medida que se comunicó que el banco necesitaba recaudar más de u$s 2000 millones para apuntalar su balance, no fue difícil predecir cómo terminarían las cosas para el SVB. Los comunicadores deben identificar y señalar, a través del análisis de escenarios, qué podría suceder para no solo proteger la reputación corporativa sino que contribuya a la buena gestión y la vida misma de la organización.

2) Lo que hace o deja de hacer el CEO siempre es importante. El CEO del SVB tuvo que hacer una declaración pública para tratar de calmar a sus clientes. Cada vez que un CEO necesita hacerlo, generalmente es demasiado tarde. Pero el hecho de que se filtrara que vendió u$s 3600 millones en acciones de la empresa 11 días antes de que los reguladores se hicieran cargo del banco creo un contexto de desconfianza ante el "Tribunal de la Opinión Pública".

Aparentemente cumplió con las regulaciones de la SEC y, por lo tanto, puede evitar sospechas de abuso de información privilegiada, pero aún tendrá que responder preguntas sobre lo que sabía y cuándo lo supo. Ese solo acto creará un dolor de cabeza reputacional persistente y el asesoramiento comunicacional que necesita será aún más importante.

3) Cómo se acumulan las cosas. El contexto en el que se toman las decisiones y los pasos de comunicación impactan en los resultados. El SVB no tuvo más remedio que revelar sus pérdidas financieras, pero lo hizo debido a los problemas de criptografía y la autoliquidación de Silvergate Capital. Eso aceleró las preocupaciones.

No existe un plan de comunicaciones perfecto en estas circunstancias, pero es un punto importante cómo las fallas de gestión pueden agravarse con un momento desafortunado; sin esas fallas, es posible que los problemas de SVB no solo hubieran sido de menor escala sino que no se hubieran relacionado con las dificultades de otros bancos.

Al final, todos los negocios se reducen a la confianza. Durante tiempos difíciles, es fundamental guiar al "Tribunal de la Opinión Pública" hacia esa confianza, en lugar de entrar en pánico, y una sólida comunicación puede marcar la diferencia.