Un posible nuevo régimen cambiario y un escenario internacional más complejo al esperado

Autor
Federico Vacalebre
Medio
El Cronista
Mes/Año
21 de septiembre de 2022

Con respecto al nivel de precios, el INDEC informó que, en agosto, la inflación mensual llegó al 7%. Mientras que, a nivel interanual, se posicionó en el 78,5%. El mayor incremento de precios, en agosto, estuvo en Prendas de vestir y calzado, que aumentó un 9,9% mensualmente y un 109% interanualmente. 

Una vez más, la mayor incidencia, en todas las regiones, la aportó el incremento de Alimentos y bebidas no alcohólicas, en un 7%, de la mano de un aumento considerable en productos estacionales. 

Los precios mayoristas y el costo de la construcción aumentaron un 8,2% y 7,2%, respectivamente, en agosto, por encima de la inflación general. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA de agosto, la inflación, en 2022, alcanzaría el 95% (es decir, 4,8 puntos porcentuales por encima de la inflación anual esperada en julio). Y la inflación esperada para 2023, en dicho relevamiento, subió 7,6 puntos porcentuales, respecto a julio, y se ubicó en el 84,1%.

Tras la implementación del tipo de cambio a $ 200 para las exportaciones de soja, el BCRA se encuentra acumulando jornadas de compra neta de divisas. Se estima que, en lo que va de septiembre, se ha adquirido alrededor de u$s 2000 millones. Además, el Ministerio de Economía envió al congreso el proyecto de Ley de Presupuesto 2023, el cual prevé un crecimiento del PBI del 2% y una inflación del 60%. Proyecta, asimismo, una reducción del déficit primario a 1,9%.

Lo cierto es que el dato más esperado fue el de la inflación. Dato más esperado y por encima de lo que muchos presuponían. Dato que, por otra parte, es superior a la inflación promedio mensual del último semestre (6,2%). Específicamente, entre marzo y agosto los precios acumularon un alza del 43,7%. En sí, parte de esta dinámica se registra en un componente estacional (sube 74% en 2022), la economía operó un semestre con una nominalidad anualizada de tres dígitos (107% TEA). No es menor señalar que el último semestre en particular se vio fuertemente afectado por shocks externos (conflicto Rusia-Ucrania y la turbulencia financiera) e internos (crisis política y de deuda). En sí, parte de esta dinámica se registra en un componente estacional (sube 74% en 2022).

El proceso actual difiere de otros, ya que en el pasado reciente los saltos inflacionarios estaban asociados con movimientos cambiarios o de precios regulados. Por el momento, estos aún no han impactado. 

Si bien el BCRA incrementó la tasa de depreciación del tipo de cambio oficial (actualmente corre al 5,5%/6% mensual), hasta agosto el tipo de cambio oficial avanzó un 35% (21 puntos por detrás de la inflación). Concretamente, Regulados avanzó un 6,3% en agosto (contra 5% promedio mensual los tres meses previos). 

La dinámica se explica principalmente por el alza en Vivienda y Servicios Públicos (+5,5%) y Transporte (+6,8%). Más allá de esto, los precios regulados corren muy por detrás de la inflación (9 puntos abajo en el acumulado anual, 19 en los últimos 12 meses). Desde el comienzo de la gestión, la inflación acumula un 221% (233% la núcleo). En dicho período, los precios regulados muestran un alza del orden de 131% (90 puntos porcentuales por detrás).

En sí, es este desequilibrio de precios relativos uno de los principales riesgos. Sin considerar el impacto de precios regulados ni los estacionales, la inflación núcleo del último semestre también corre por encima de los tres dígitos anualizados. Al igual que el nivel general de precios. Es esta persistencia inflacionaria en niveles mensuales elevados, no asociada a componentes estacionales ni regulados, lo que indicaría un posible un nuevo régimen inflacionario.

La reacción de la política económica fue mediante un BCRA convalidando una nueva suba de tasas (75% TNA). Lo que implica una tasa de referencia del 107% TEA, cifra en línea con la inflación anualizada del último semestre. En efecto, uno de los objetivos acordados con el FMI es mantener una tasa real positiva. Según el REM del BCRA, el mercado esperaba una inflación núcleo mensual promedio del 5,6% en el próximo semestre. De reafirmarse este sendero inflacionario, las Leliqs serían positivas (rinden 6,2% TEM). Pero, una nominalidad mayor es un escenario esperable. ¿Por qué? No solo por el dato de inflación de agosto, sino también por el impacto monetario que tendrá la acumulación de divisas que está logrando el BCRA a través del dólar soja. Por su parte, el mercado cambiario interrumpió la relativa calma con:

  • Un CCL implícito en GD30 que volvió a superar la barrera nominal de los $ 300, registrando una suba semanal (+ $ 20)
  • Un MEP implícito que no se quedó atrás, cerró la última rueda de la semana negociándose a $ 292 (+ $ 21)

La dinámica de precios fue acompañada con un incremento en los montos negociados, donde muy factiblemente la monetización de la operatoria del dólar soja esté incidiendo en la escalada de la brecha. En el frente externo, la inflación headline en EE.UU. (8,3% interanual en agosto) se desaceleró por segundo mes consecutivo. Aunque el registro fue mayor al esperado (8,1%). Tras los datos se dio un fuerte repricing en los principales mercados internacionales. En síntesis:

  • En el plano internacional, la inflación luce más persistente de lo esperado
  • En el plano local, se acentúa la noción de que Argentina ingresó en un nuevo régimen nominal

 Con la implementación de un tipo de cambio diferencial para un sector del campo, cabría preguntarse si estamos ante un nuevo régimen de múltiples tipos de cambio.