La encrucijada del cepo al dólar e importaciones
Cerca de finalizar el primer semestre, el BCRA lleva compras de divisas acumuladas de solamente u$s 316 millones. Hasta hoy, las reservas netas prácticamente no han variado.
Ya con los datos sobre actividad, el INDEC informó que el PBI fue 6% más alto que hace un año. ¿Los drivers? Fundamentalmente, la inversión y el consumo privado y las exportaciones, en sus mediciones interanuales. La actividad que presentó mayor incremento (interanual, respecto al primer trimestre de 2021) fue Hoteles y Restaurantes (+33,6%).
Respecto al trimestre anterior, la serie desestacionalizada, registra un avance del 0,9%. De lo cual se destaca, el aumento del 3,3% en la inversión y una contracción del 2,3% en exportaciones.
En lo laboral, en el primer trimestre de 2022, la tasa de empleo se ubicó en el 43,3% del total de la población (nivel récord desde el inicio de la serie en 2016). Asimismo, la tasa de desocupación se mantuvo en el mismo nivel que en el último trimestre de 2021 (7%, registrando un descenso de 3,2 puntos porcentuales, respecto al mismo trimestre del año pasado).
Dentro del sector turístico, se espera que por la competitividad del tipo de cambio para los extranjeros y la reapertura de la mayor parte de las actividades, el turismo receptivo se recomponga con mayor potencia.
En lo comercial, el INDEC informó que, en abril, las ventas de supermercados, a precios constantes, tuvieron un aumento del 3,1%, interanualmente. Mientras, las ventas en los shoppings, a precios constantes también, tuvieron un aumento del 100%, y están un 1,3% por debajo respecto a los niveles de abril de 2019.
Referente a los precios, en mayo, la canasta básica total aumentó un 4,6% respecto a abril, con un salto interanual del 54,7%. El alza mensual de la canasta básica alimentaria también fue del 4,6%, pero la suba interanual fue más pronunciada (62,3%). De esta forma, una familia necesitó casi $ 100.000 para no caer debajo de la línea de pobreza. La dinámica de las canastas preocupa, ya que en lo que va del 2022 las canastas básicas alimentarias y totales subieron 35% y 31% respectivamente, mientras que el aumento del salario mínimo se posicionó en orden del 21,7%.
Por esto, se espera una suba significativa de la pobreza y la indigencia en el primer semestre de 2022. Por otro lado, el intercambio comercial, en mayo, tuvo un flujo de exportaciones de $ 8226 millones, con una variación interanual del 20,7% (impulsada por la suba de precios internacionales).
Mientras que el flujo de importaciones alcanzó un máximo histórico y se posicionó en los u$s 7870 millones, con una variación interanual del 53,1%. Las importaciones de combustible marcaron un récord de u$s 1601 millones (variación interanual del 227%), explicada por la suba de precios (115%) pero también por el incremento en las cantidades (51%).
Lo cierto es que, cerca de finalizar el primer semestre, el BCRA lleva compras de divisas acumuladas de solamente u$s 316 millones (un 5% de lo que acumuló en el mismo período del año pasado). Hasta hoy, las reservas netas prácticamente no han variado (cercanas a los u$s 3000 millones, menos de la mitad de la meta que debía alcanzar hacia fin de junio en el programa acordado).
A pesar de esto, las metas acordadas podrían correrse aún más tiempo para fortalecer la hoja de balance del BCRA. Hasta mayo de 2022, el ingreso de dólares se debió principalmente a las exportaciones y de las cuales el sector agropecuario explica el 66%, entre ventas de productos primarios y manufacturas. Esto se vio principalmente impulsado por el alza en el precio de los commodities que acumulan un 27% en lo que va del año para el maíz, mientras que el trigo y la soja suben un 20%.
Al desagregar el monto total exportado, vemos que el efecto precio dominó al efecto cantidad, con un alza interanual del 21,7% en el primero, mientras que el índice de cantidades solamente creció en un 3,2%. En el caso de las importaciones, la incidencia de precios y cantidades se ve más compensada.
Yendo a lo internacional, la suba en el precio del petróleo asciende a más del 40% en lo que va del año y ha llegado a valores incluso 10% por encima de los actuales al tocar los u$s 120 por barril. Teniendo en cuenta que los meses de mayor demanda de energía, es probable que sigamos viendo un drenaje de divisas.
También, el contexto de atraso cambiario y múltiples tipos de cambio brinda incentivos al mercado para adelantar compras en el exterior y sobre stockearse, dando lugar a variaciones interanuales en los valores destinados a compras de bienes de entre 30% y 37% (consumo como de capital e intermedios). También es la cuenta de servicios la que está generando un balance negativo (incluso por encima de los niveles acumulados en el 2018). El 92% del déficit se explica por:
1 - Los costos de los fletes para comerciar, que dado el aumento de importaciones está impactando en las cuentas externas
2 - Sumado al déficit turístico que supera los u$s 2000 millones y el aprovechamiento de un dólar más barato con relación al dólar libre, por quienes viajan al exterior
En síntesis, es factible que se busque continuar con un tipo de cambio mayorista corriendo por debajo de los niveles de inflación, tratando de no impactar por demás en los precios, que cada vez se aceleran a una velocidad mayor.
Hacer que el tipo de cambio avance por encima de la inflación, si la tasa de interés no acompaña, sería agudizar aún más la crisis. Sin embargo, y a pesar de ello, no es algo ilimitado y la única forma, dada la dinámica externa, es continuar con "cepos a la economía".