El triunfo de Trump, el ECCA y la libertad educativa: el camino a seguir en la Argentina

Autor
Edgardo Zablotsky
Medio
El Economista
Mes/Año
27 de noviembre de 2024
Edgardo Zablotsky

La Educational Choice for Children Act of 2024 (ECCA), que transformaría la política educativa en Estados Unidos, podría seguir de guía para Argentina.

El reciente triunfo de Donald Trump, alcanzando la mayoría en ambas cámaras del Congreso, ha revitalizado el debate sobre el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. 

Este tema, que ha sido central en su agenda política, cobra aún más relevancia ante la posibilidad de que la nueva conformación del Congreso permita aprobar el proyecto de ley Educational Choice for Children Act of 2024 (ECCA), que transformaría la política educativa en Estados Unidos y podría seguir de guía para Argentina.

Mientras algunos estados han implementado importantes programas que privilegian el derecho de los padres a elegir la escolaridad de sus hijos (school choice), como Florida o Arizona, otros mantienen sistemas más restrictivos en los que las familias tienen pocas o ninguna alternativa a la escuela pública asignada por su distrito, salvo que su situación económica les permita concurrir a una escuela privada o mudarse a otro distrito. 

En este contexto, el ECCA representa un cambio significativo, ya que operaría a nivel federal y ofrecería apoyo directo a las familias en cualquier estado del país, incluso en aquellos que no cuentan con programas de school choice.

El ECCA propone un sistema de créditos fiscales federales para quienes donen a organizaciones sin fines de lucro que ofrecen becas educativas a familias de bajos ingresos. 

Estas becas permitirían a dichas familias financiar matrículas en escuelas privadas, gastos de educación en el hogar, tutorías personalizadas e incluso materiales educativos. Este esquema coloca a las familias en el centro del sistema, permitiendo que los fondos sigan al estudiante y no a las escuelas, un enfoque que busca empoderar a los padres y es fuertemente opuesto por el poderoso sindicato docente americano.

Por ejemplo, en estados como California o Nueva York, donde actualmente no existen programas significativos de school choice, el ECCA abriría nuevas posibilidades para las familias de bajos ingresos, permitiéndoles acceder a alternativas educativas que antes estaban fuera de su alcance. 

Este apoyo federal no interferiría con la autonomía de los estados, sino que funcionaría como un complemento que expande las opciones educativas en todo el país.

Este proyecto de ley es de especial interés para nuestro país, donde la educación también es competencia de las provincias y enfrenta retos igualmente significativos. 

Como los resultados de cualquier evaluación lo atestiguan, el sistema educativo argentino padece desigualdades estructurales que afectan de manera desproporcionada a las familias más vulnerables. En este contexto, una ley inspirada en el ECCA podría ser una herramienta transformadora.

Permitir a las familias más desfavorecidas económicamente elegir qué es lo mejor para sus propios hijos ayudaría a romper barreras históricas y garantizar oportunidades educativas de calidad, independientemente del origen social. 

El triunfo de Trump y la eventual aprobación del ECCA representan un hito en la defensa de la libertad educativa, y son un recordatorio de que colocar a las familias en el centro del sistema educativo no solo es posible, sino necesario.

El camino a seguir está claro: empoderar a los padres, mejorar la calidad de las escuelas y garantizar que cada niño tenga acceso a una educación que se adapte a sus necesidades y aspiraciones. ¿Quién mejor que los padres para conocerlas? Los supuestos expertos...mejor no recordar la experiencia en tiempos del Covid al respecto.

Argentina tiene en el ECCA un modelo que podría transformar su sistema educativo, hoy altamente desigual y marcado por la cuna como el  principal determinante del futuro de los niños. Implementar una legislación inspirada en el ECCA no solo sería un paso en la dirección correcta, sino una oportunidad única para otorgarles más oportunidades a aquellos niños y jóvenes que menos tienen y, por ende, más necesitan,

Es claro que hoy la educación Argentina se encuentra frente a la posibilidad de un cambio radical que beneficiaría a miles de niños y jóvenes. 

Por primera vez un gobierno no considera la libertad educativa como un tabú, sino todo lo contrario. Una legislación inspirada en la Educational Choice for Children Act of 2024 marcaría el comienzo de la transformación del sistema educativo argentino, una oportunidad histórica que anhelo no se habrá de desaprovechar.