“Uruguay debe evitar caer en tentación de gravar más a sectores que están creciendo”
La economista de la Universidad del CEMA de Argentina aplaude los esfuerzos de Uruguay por “sacarse de encima el Mercosur” y señala que aún debe abrirse más al mundo.
Los tuits de la economista argentina Diana Mondino suelen hacerse virales. Están cargados de humor y creatividad, y la han llevado a ser una figura mediática. La llaman “la economista de los memes”.
“¿Cómo resumiría en un meme uno de los más grandes desafíos de Uruguay?”, le preguntó Forbes Uruguay luego de su reciente charla en Punta del Este organizada por HSBC. “Con un meme viejo”, respondió Mondino, “el de la novia que mira enojada al muchacho que se da vuelta a mirar a otra chica. El Mercosur es la novia, Uruguay es el chico, y la otra chica que va pasando es el mundo”.
Mondino es una especialista respetada y consultada en el mundo empresarial rioplatense. Mondino es directora de Relaciones Institucionales de Ucema y profesora en sus Master en Dirección de Empresas y Finanzas de la Ucema. Integra los directorios de Loma Negra, Banco Roela y SiroOnLine. Fue directora de Pampa Energía y Banco Supervielle. Hasta 2005 fue directora en Latinoamérica para Standard & Poor's
Hace unos días, en el evento realizado en La Chacra de Rincón del Indio, gran parte de la audiencia estaba conformada por empresarios argentinos (“Vamos a suponer que están de vacaciones, no que salieron huyendo”, ironizó Mondino).
En forma directa y franca, la economista de origen cordobés expuso que tanto Argentina como Uruguay tienen que enfocarse en los desafíos y oportunidades de tres corrientes mundiales “fuertísimas”: la globalización, la transición demográfica y la descentralización. Destacó el “esfuerzo muy grande de Uruguay por sacarse de encima el Mercosur” y que la apertura del país al mundo ha aumentado “notablemente” en los últimos 20 años.
Aunque todavía no alcanza: “¿Es todo lo que queremos? No. Pero es un proceso que la sociedad ya tiene muy incorporado. Y se ha dado cuenta que tiene que importar y exportar más. El abrirse al mundo es la solución. Si no hay apertura de la economía nos empobrecemos. Hay algunos que se benefician con la Economía cerrada pero son muy pocos. Y no dura en el tiempo”. Y remató con humor: “Tiene que haber una mayor apertura comercial, no de pasaportes rusos”.
Mondino abogó por ir hacia dónde va el mundo (o por lo menos no oponerse) y tratar con seriedad y profundidad temas como las reformas de los sistemas previsionales y los procesos de apertura económica.
“¿Qué hacemos con la UTE, con Ancap? Probablemente el camino sea una desmonopolización, una apertura a otros participantes. El Estado no va a querer que pase eso, pero si no pasa seguirá siendo caro o lento. Cada uno tiene que ver si está dispuesto o no a asumir ese costo”, comentó.
Los argentinos que la escuchaban mostraron preocupación cuando Mondino detalló las “bombas económicas” que en Argentina se pasarán al próximo gobierno (el cepo a las importaciones; la acumulación de vencimientos de deuda, los varios déficits) y su énfasis en cómo se “trata muy mal” al sector agropecuario (“El agro es mala palabra en Argentina”).
Mondino conversó con Forbes Uruguay sobre cómo ve a Uruguay y el Mercosur.
Hace unos años, señalaste en una entrevista que lo mejor que tenía Uruguay era su apertura al mundo y un acceso a energía verde , ¿seguís sosteniendo eso?
Creo que la apertura al mundo de Uruguay sigue creciendo. Es un proceso largo que obliga a la adaptación constante, y justamente por eso permite mayor crecimiento. Para un país con poca población la apertura tiene muchas ventajas. La energía verde tiene la ventaja que ya cumple con todos los requisitos que casi con seguridad serán requeridos en el resto del mundo. Las inversiones ya están hechas y será un significativo ahorro en el futuro.
¿Qué tendría que hacer Uruguay para poder dar un salto importante en su economía?
Uruguay ya tiene un marco institucional estable, una estructura impositiva razonablemente competitiva con otros países que buscan atraer inversiones, y ha mostrado interés en tener acuerdos de comercio con otros países. Estos son procesos lentos si se desean hacer ordenadamente y a veces hay insatisfacción; muchos quisiéramos que fuera más rápido. De todas maneras los cambios en el mundo son inexorables, y el costo de resistirse puede ser muy elevado.
¿A qué se debería estar atento en Uruguay? ¿Cuáles son los grandes desafíos y oportunidades que tiene la economía uruguaya? ¿Y las amenazas?
Teniendo en cuenta que todavía las principales empresas son estatales y tal vez con un ritmo de innovación y crecimiento no muy alto, hay que pensar que el resto de la economía tiene que sobreadaptarse para compensar. Es decir, el éxito de algunos exige más a los que todavía no se han logrado desarrollar para acceder a personal calificado o créditos.
Nadie sabe qué pasará en el futuro, y por eso hay que ser lo más eficiente posible en cada momento. Hay sectores que ya están creciendo a muy buen ritmo, como por ejemplo agro, productos forestales, etc. y los restantes sectores tienen que competir por recursos con ellos. Nunca es fácil ese equilibrio, pero no por ello hay que dejar de apoyar a los sectores exportadores. La experiencia argentina de castigar las exportaciones es un ejemplo muy cercano.
Es un gran desafío evitar caer en la tentación de gravar más a los sectores que ya están creciendo para intentar ayudar a los que todavía no son competitivos. No debe haber amenazas sobre los que innovan o compiten porque de lo contrario pierden el incentivo a hacerlo. Claro que políticamente siempre suena atractivo decir que se protegerá a la industria nacional pero sólo puede hacerse por tiempo limitado y no hay experiencias cercanas que hayan tenido éxito.
¿Qué debería pasar con el Mercosur?
Posiblemente el Mercosur tenga que adaptarse a los cambios en la capacidad de producción entre países. Hace 30 años la complementariedad entre los firmantes del acuerdo era muy distinta que ahora. Sobre todo ahora todos pueden exportar productos similares a dos grandes compradores como UE (Unión Europea) y China y por lo tanto hay más competencia entre los países que colaboración. Si no se reconoce este hecho el Mercosur terminará siendo letra muerta.