100 días de guerra en Ucrania: siete enseñanzas que podemos extraer para la Defensa Nacional

Autor
Claudio Pasqualini
Medio
Infobae
Mes/Año
3 de junio de 2022

A más de tres meses del inicio de la invasión rusa, podemos realizar una breve evaluación de lo sucedido y aprender algunas lecciones que nos permitan aumentar la protección de nuestros intereses vitales

Cuando muchos decían que las guerras en Europa ya eran un tema del pasado, nos encontramos con la operación militar más grande en dicho continente, desde la Segunda Guerra Mundial. Este lamentable conflicto armado nos permitió observar, más allá de la teoría, cómo se desarrollan las guerras híbridas (aunque algunos se nieguen a aceptarlas con ese nombre) y las guerras asimétricas en gran escala, con el empleo de medios cada vez más precisos y letales. Y lo podemos seguir en forma brutal, casi en tiempo real, con imágenes sin censura, cuidando de no quedar envueltos por la guerra de información entre ambos bandos.

Habiendo transcurrido ya 100 días desde la invasión (“operación especial”) de Rusia a Ucrania, podemos realizar una breve evaluación de lo sucedido en todos los niveles, desde el estratégico hasta el táctico, y extraer algunas enseñanzas que nos permitan mejorar la situación de la Defensa en nuestro país.

Tomaremos en forma ordenada y sintética algunos aspectos, que luego se podrán profundizar y extender a otros temas.

Guerra multidominio

A los tradicionales ámbitos terrestre, aéreo y naval, se han ido incorporando en los últimos años a los conflictos armados otros dominios, que van cobrando cada vez mayor relevancia. El espacio exterior y el ciberespacio, integrados dentro del espacio electromagnético, y el ámbito informativo y psicosocial, están influyendo en la forma en que se conducen las guerras.

Las operaciones de información sobre la opinión pública mundial y la propia población, la eficiencia de los sistemas de ciberdefensa, la disponibilidad de redes y conexiones seguras, la disponibilidad de inteligencia oportuna, entre otros aspectos de la guerra moderna, están teniendo una gran influencia en el desarrollo de la contienda. El apoyo que en este sentido han dado las potencias occidentales a Ucrania, ha sido decisivo para sostener el esfuerzo defensivo.

Esta realidad debe impulsarnos a desarrollar las capacidades que nos permitan un desempeño eficiente dentro de todos los dominios. Continuar investigando y desarrollando nuestra tecnología satelital, perfeccionar nuestras capacidades de ciberdefensa, mejorar nuestra aptitud para planificar y ejecutar operaciones de información, y recuperar las capacidades de inteligencia de los niveles estratégicos, son sólo algunos ejemplos.

Intervención de actores estatales y no estatales

En numerosos conflictos armados de los últimos años y, en forma más evidente durante la actual Guerra en Ucrania, se observa la participación de numerosos actores que no son estatales. Tales son los casos, por ejemplo, de los cuerpos de mercenarios o voluntarios extranjeros combatiendo para ambos bandos y las compañías militares privadas rusas. En otros países, se los ha visto incluso combatir solos. O el caso de organizaciones terroristas con gran poder de fuego, que enfrentan en igualdad de condiciones a ejércitos estatales. También los ciberataques, que provienen de actores estatales y no estatales: hackers privados, Anonymus, etc.

Nuestra Ley de Defensa Nacional (Ley 23.554) fue redactada hace ya 34 años con un amplio consenso político, consecuencia de la situación nacional e internacional que se vivía en esa época.

Luego se reglamentó en el año 2006 (Decreto 727/2006), otorgándole a las FFAA un empleo más restrictivo que el que fijaba la misma Ley de Defensa, estableciendo que no sólo era contra agresiones de origen externo, sino que además debían ser “…perpetradas por FFAA pertenecientes a otro/s Estado/s”. En el año 2018, se modificó dicha reglamentación (Decreto 683/2018), para volver, entre otras cosas, al espíritu original de la ley.

Posteriormente, en el año 2020, se derogó el Decreto 683/2018 con la excusa de que permitía la intervención de las FFAA en tareas de Seguridad Interior, y se volvió al texto de la reglamentación original, restringiendo nuevamente en forma unilateral el probable empleo de las FFAA.

Ya hace varios años que se viene planteando la necesidad de revisar y actualizar el plexo normativo relacionado con la Defensa Nacional a los tiempos que vivimos y que podemos vivir en un futuro próximo. La guerra en Ucrania sólo lo ha hecho más evidente.

Reservas y movilización

Los efectivos empeñados por Rusia y por Ucrania, se han evidenciado insuficientes para cubrir todos los frentes de combate. Esto ha obligado a movilizar reservas y/o al empleo de conscriptos para completar las fuerzas necesarias. En el caso de Ucrania, se llegó a empeñar a civiles con escasa instrucción.

En la Argentina, el octavo país en superficie del mundo, aún no contamos con una Ley de Reservas y Movilización, que permita adoptar previsiones para completar los efectivos de las FFAA en caso de necesidad, y aprovechar todos los bienes y servicios útiles para la Defensa Nacional.

Incluso muchas veces se pone en duda la utilidad de los Liceos Militares, que no sólo son institutos educativos de gran prestigio, sino que además permiten la formación de oficiales de reserva.

Equipamiento de las FFAA

Durante los combates en Ucrania, que se han podido seguir con gran realismo y proximidad a través de las redes y la prensa mundial, se observa la gran importancia de los materiales militares modernos y de alta tecnología, sin los cuales Ucrania hubiese sido derrotada en poco tiempo. Misiles antitanque y de defensa aérea, drones con bombas dirigidas, vehículos blindados a rueda, artillería de largo alcance, helicópteros artillados y de transporte, misiles antibuque, aviones interceptores y cazabombarderos, son algunos ejemplos de lo que, en general, carecemos en nuestras FFAA.

A nivel mundial, los presupuestos de Defensa rondan, en promedio, el 1,2 / 1,5 % del PBI de cada país. La mayor parte de los países europeos, a partir de la Guerra en Ucrania, han incrementado sensiblemente sus presupuestos de Defensa, llegando en algunos casos, como el de Alemania, a subirlo hasta aproximadamente el 2 % de su PBI. Nuestro país, en los últimos años, ha alcanzado los presupuestos de Defensa más bajos de su historia, rondando el 0,7 / 0,8 % del PBI.

La creación del FONDEF ha sido un paso positivo, dado que permite un planeamiento plurianual de las adquisiciones de alto costo, pero se demuestra aún insuficiente debido a la gran cantidad de carencias, luego de décadas de desinversión.

Adiestramiento operacional

La eficiencia y el gran profesionalismo de los soldados ucranianos no es casual. El adiestramiento continuo del personal es lo más importante para cualquier Fuerza Armada. Las tropas ucranianas se han estado instruyendo en forma intensiva, especialmente a partir de 2014, con el apoyo de países de la OTAN. Más de 25.000 oficiales y suboficiales han recibido un adiestramiento especial para el tipo de combates que están desarrollando actualmente, y para conducir pequeñas fracciones con autonomía y libertad de acción.

A esto hay que sumarle la fuerza moral y espiritual del soldado ucraniano, que lucha por defender a su Patria de la agresión rusa.

En el adiestramiento del personal de suboficiales, columna vertebral ejecutiva de toda fuerza armada moderna, es donde más se evidencian las diferencias entre los ejércitos de ambos países. Los ucranianos se muestran más flexibles, y aplican generalmente la iniciativa ante cambios de situación inesperados.

Nuestro país, a pesar de los bajos presupuestos, ha sabido mantener un alto nivel de adiestramiento de su personal, sabiendo que es el componente más valioso e importante de las Fuerzas y que, si se descuida, no se puede recuperar en pocos años. La preparación operativa del soldado, sumada a la fuerza moral y espiritual que debe tener, es la base fundamental sobre la que se asienta cualquier Fuerza.

Combate urbano

Se ha podido comprobar que no es a campo abierto, sino en las ciudades, donde se libran mayoritariamente los combates decisivos. Kiev, Kharkov y Chernigov, fueron ciudades que los rusos no pudieron conquistar, y que luego los obligó a retroceder.

En nuestro país, durante muchos años, no se permitió el adiestramiento para el combate urbano, por asociarlo con la participación de las FFAA en la lucha contra las organizaciones armadas durante la década del 70. Sólo se permitía realizar este adiestramiento, a las tropas que tenían que participar en misiones de paz de la ONU.

En los últimos años se pudo ir revirtiendo esta deficiencia en el adiestramiento, lo que permitió que, poco a poco, se vayan incrementando las capacidades de las distintas fracciones de combate para desempeñarse en ambientes urbanos. Pero aún debe seguirse perfeccionando.

Logística de Material

Gran parte del fracaso del plan inicial ruso para derrotar a Ucrania se debió a la falta de previsión del apoyo logístico. Al dispersar sus fuerzas en varios frentes, y no lograr la victoria rápida que tenían prevista, todas las unidades desplegadas empezaron a necesitar refuerzos en víveres, combustible, munición, repuestos, equipos, etc., además de un mayor esfuerzo en el mantenimiento de los vehículos y un incremento en la atención y evacuación de heridos. Esto hizo colapsar las vías de comunicación disponibles, que se alargaron con el avance de los primeros días. Los ucranianos aprovecharon también esta debilidad para emboscar a las columnas logísticas y profundizar así los faltantes en las fuerzas rusas, que fueron deteniendo su avance.

Es bien sabido que, al planificar cualquier operación militar, debe prestarse especial atención al esfuerzo logístico que va a demandar. En el proceso de reequipamiento de las FFAA argentinas, hay que continuar con la urgente renovación de todos los materiales necesarios para brindar un adecuado apoyo logístico a las fuerzas operativas. Son medios que, por otra parte, son muy requeridos ante situaciones de desastre o emergencia (pandemias, inundaciones, terremotos, etc.).

Palabras finales

Es importante adoptar previsiones, y prepararse hoy para las amenazas, desafíos, retos y oportunidades del futuro. En el ámbito de la Defensa no podemos improvisar, porque sería poner en riesgo la misma existencia de la Nación.

Una vez más, se observa la importancia de proteger los recursos naturales y los objetivos de valor estratégico. En el caso de la guerra en Ucrania, se aprecia la importancia que están teniendo recursos como el gas y el petróleo, así como las instalaciones y medios para su transporte. También las centrales nucleares, las centrales hidroeléctricas, los puertos y el control del Mar Negro.

En nuestro país, asimismo, no podemos descuidar nuestros recursos e instalaciones de valor estratégico. Nuestro mar continental, las reservas de petróleo y gas, los yacimientos de litio, las centrales hidroeléctricas y nucleares, nuestros puertos, nuestras reservas de agua, empresas y organismos de tecnologías de avanzada, etc.

Como tampoco podemos descuidar la excesiva porosidad de nuestras fronteras, tanto por tierra, como por mar o por aire.

Extraer enseñanzas de la guerra en Ucrania nos puede permitir optimizar la situación de la Defensa Nacional y aumentar la protección de nuestros intereses vitales.