Alejandro Rodríguez, de Ucema: “Si el Plan Massa fracasa, no descarto que su sucesor tenga que realizar un ajuste más salvaje”
El director de la Licenciatura en Economía de la Universidad del CEMA analizó en una entrevista con Infobae la delicada situación socio-política y la importancia de ordenar las finanzas públicas
Desde el comienzo del segundo semestre la marcha de los indicadores de la economía cambió rotundamente respecto de la que mostró en la primera mitad del año: la inflación se aceleró, la actividad industrial y general aminoró y parece encaminarse a terreno negativo; las reservas en el Banco Central dejaron de crecer, excepto cuando ingresan los desembolsos previstos en el acuerdo stand-y vigente con el FMI; y se pasó de un ministro que se mantuvo en el cargo 31 meses; a otro con un paso fugaz y un tercero, Sergio Massa, que presentó un enunciado de objetivos y propuestas, pero que salvo un recorte parcial del Presupuesto de algunos Ministerios que en general habían mostrado una elevada subejecución de partidas, tomó muy pocas medidas y sostuvo los tipos de cambios múltiples, los controles de precios y restricciones de las importaciones y cualquier uso de las escasas divisas que forman parte de los “activos externos del Banco Central”.
Frente a ese escenario, Alejandro Rodríguez, director de la Licenciatura en Economía de la Universidad del CEMA dijo en una entrevista con Infobae que no ve a Sergio Massa como un sucesor de Celestino Rodrigo (crisis 1975), Antonio Erman González (hiperinflación 1990) o Jorge Remes Lenicov (crisis 2002), que debieron hacer “ajustes salvajes” para ordenar las finanzas públicas, y explicó la razón fundamental.
— El nuevo equipo económico dice reconocer el valor de recuperar el orden fiscal ¿Ve que está tomando suficientes medidas en esa dirección, cuando en julio la partida de remuneraciones se elevó en 87,4% “producto de los incrementos otorgados en el marco de los acuerdos salariales alcanzados”, informó Hacienda?
— Los políticos argentinos son hijos del rigor y solo se preocupan por el orden fiscal cuando se corta el financiamiento y la inflación se les va de las manos. Lamentablemente les gusta que el ajuste lo haga el sector privado y no la política y eso se ve reflejado en el incremento de las remuneraciones del sector público nacional que mencionas. Si bien es cierto que las remuneraciones representan una porción menor del gasto primario creo que sería una buena señal que el esfuerzo necesario para corregir las cuentas públicas sea compartido entre todos y no solo por los privados.
— ¿En una economía dominada por el rol de la política y una colación gobernante que ha mostrado tener objetivos diferentes, ve relevante el rol de un viceministro que aporte el conocimiento de la macroeconomía?
— El rol del Secretario de Programación Económica es de suma importancia en este contexto dado que el ministro no tiene una formación en economía. Sin embargo, creo que al final del día todo va a depender de Massa y su habilidad para negociar con su propia coalición la implementación de las medidas de ajuste que son necesarias. Hubiera sido desastroso si desde el vamos arrancaba perdiendo la primera batalla contra su propia tropa y no le dejaban elegir al viceministro.
— La aceleración de la inflación no llegó a opacar la recuperación de la economía en el primer semestre ¿Cómo imagina la segunda mitad del año?
— La economía creció más del 6% interanual en el primer semestre de 2022. Sin embargo, este crecimiento tiene un fuerte arrastre que nos dejó el segundo semestre de 2021. El EMAE desestacionalizado de junio se encuentra un 1,3% arriba del de diciembre lo cual se traduce en un incremento de 2,7% anualizado. La economía crece, pero creo que se está empezando a notar una desaceleración y probablemente se acentúe aún más en el segundo semestre cuando el tarifazo empiece a golpear el bolsillo de los hogares.
— El Gobierno puso en marcha la segmentación de las tarifas con recorte de tarifas, pero no incluye la indexación ni la dolarización, según dijo el presidente Alberto Fernández ¿Con esas restricciones ve posible una baja real que contribuya a recortar el déficit fiscal?
— La indexación de las tarifas no es una condición necesaria. Es una herramienta impopular que al principio dificulta la implementación de un nuevo cuadro tarifario pero que tiene un beneficio a mediano y largo plazo ya que una vez indexadas no hay que negociar a cada rato los nuevos aumentos.
— El ministro de Economía anticipó que la tasa de desempleo bajó a 6,7% ¿Ve a la economía con la solidez para explicar el menor índice de desocupación en 7 años?
— Convengamos que nos estamos comparando contra 7 años que tampoco fueron muy buenos que digamos. Además, hay que tener en cuenta que la alta inflación ayuda a hacer las correcciones en el salario real en algunos sectores que son necesarias sin recurrir a ajustes en cantidades.
— La aceleración de la inflación llevó a grandes gremios a anticipar y revisar los acuerdos de aumentos de salarios en paritarias con tasas próximas a los tres dígitos porcentuales al año ¿Se va en camino a un nuevo Rodrigazo?
— La salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía desató una crisis económica y política. La escapada en los precios y la debilidad del ejecutivo despertó a los gremios que rápidamente tomaron la ofensiva para intentar recuperar el poder adquisitivo de los salarios de sus representados. Sin embargo, la metamorfosis que sufrió la marcha del 17 de agosto muestra que el repentino cambio de humor fue transitorio y si bien los aumentos obtenidos pueden parecer significativos lo cierto es que probablemente terminen empatando o por debajo de la inflación una vez que los aumentos en las tarifas hagan su magia.
Durante el actual gobierno los sindicatos se conformaron con sostener el poder adquisitivo del salario que se encuentra prácticamente al mismo nivel en términos reales que en diciembre de 2019, pero más de 10 puntos por debajo del máximo que se alcanzó en 2017, como puede ver en el siguiente gráfico.
No lo veo a Sergio Massa como un nuevo Celestino Rodrigo, un Antonio Erman González o un Jorge Remes Lenicov. Su objetivo es ser Presidente y no embajador en la Unión Europea. Ahora bien, si el Plan Massa fracasa entonces no descarto que su sucesor tenga que realizar un ajuste más salvaje.
— En ese escenario, y dado el escenario político ¿Ve posible un “acuerdo de precios y salarios”, para estabilizar la economía?
— Si Massa logra cumplir con la meta del 2,5% del PBI en el déficit fiscal y frena la sangría en las reservas del BCRA la economía se va a estabilizar sola. Un acuerdo de precios y salarios lo único que hace es mostrar que el Poder Ejecutivo cuenta con el apoyo de los sindicalistas y que por unos meses no van a salir a protestar. Pero si el ministro no logra ordenar las cuentas públicas y externas el acuerdo no va a lograr frenar la inflación y la prueba de amor habrá sido en vano.
— La economía argentina ha pasado por varios episodios con brecha cambiaria de tres dígitos, pero raramente por un período prolongado ¿Qué cabe esperar en ese frente?
— Toda brecha es sostenible mientras el BCRA tenga reservas suficientes. Como ya no hay reservas el Gobierno se verá obligado a actuar. No veo a Massa liberando el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios, como lo define el Central, pero todos sabemos que no es así) de golpe como lo hizo Macri en diciembre de 2015. Probablemente tome una solución intermedia que es la de desdoblar el mercado de cambios.
— El equipo económico confía que la esperada estacionalidad de baja de las importaciones de energía y de alza de las exportaciones de granos sobre el cierre del año, permitirá recuperar reservas en el Banco Central ¿Comparte ese diagnóstico, o hay otras causas relevantes que explica la caída de los activos externos propios del BCRA?
— Me cuesta creer que el BCRA pueda acumular dólares en el segundo semestre si no lo pudo hacer en el primer semestre del año. Obviamente pueden restringir más las importaciones y devaluar el dólar oficial. Alquimias financieras para engrosar las reservas con dólares prestados no sirven. En mi opinión si quieren acumular dólares genuinos entonces tienen que reducir la emisión de pesos.
— ¿Qué opina del ritmo de aumento de la deuda del Banco Central y consecuente crecimiento del denomina “déficit cuasi fiscal”?
— Los pasivos remunerados del BCRA son un cáncer. La estrategia de absorber base con Lebac, Leliq o el nombre que sea no le funcionó a Macri y tampoco va a funcionar ahora. Emitimos pesos para pagar los intereses de las letras que emitimos para supuestamente absorber los pesos que sobran. Durante los primeros dos años de este gobierno el tema estaba relativamente controlado gracias a que el super cepo y la pandemia le permitieron tener las tasas bajas. Ahora la cosa se puso más picante y ya estamos pagando una tasa del 100% equivalente anual y parece que va a seguir subiendo. El déficit cuasi fiscal se les fue de las manos.
En teoría un desarme ordenado de la hoja de balance del BCRA es posible, pero va a necesitar que se corte totalmente el financiamiento al Tesoro de manera definitiva. Además, implicaría una inflación relativamente alta durante varios años. Capitalizar al BCRA con títulos públicos me parece inviable ya que el Tesoro está quebrado. Obviamente hay otras salidas más desordenadas que son las que solemos implementar ya que al final del día son las únicas que resultan factibles políticamente.
— El presidente del Banco Central, Miguel Pesce comunicó a la prensa que “Las Leliq ahora respaldan el ahorro de las empresas y familias argentinas” ¿Qué opina?
— Siempre fue así. Más allá de algún fondo internacional que apostó al carry trade en la época de Macri los pasivos del BCRA siempre estuvieron en su gran mayoría en manos de residentes argentinos como contrapartida de plazos fijos o saldos en fondos comunes de inversión. Las declaraciones del Presidente del BCRA son parte del relato que le tienen que vender a sus votantes a los cuales previamente les vendieron el buzón de que iban a usar los intereses de las Leliq para pagarle a los jubilados.
— ¿El sostenido incremento de la deuda pública se explica exclusivamente por la magnitud del déficit fiscal?
— Sí. Obviamente cuando la deuda está indexada de alguna manera podés tener cambios en precios relativos que te hagan subir el valor real de la deuda, pero estos efectos no te genera aumentos sostenidos si no que suelen ser transitorios.
— En los primeros 7 meses de 2022 la caída del dólar en el mundo le generó al Gobierno diferencias de cambio negativa que contribuyeron a atenuar el aumento de la deuda pública total equivalente en moneda extranjera ¿Qué cabe esperar para el resto del año?
— La debilidad del dólar en el mundo obviamente ayuda al que debe dólares como nosotros sin embargo el efecto en nuestro caso es de segundo orden. Los precios de los bonos nos señalan que hay otros factores más importantes para la sostenibilidad de la deuda como lograr un superávit fiscal y crecimiento de largo plazo.
— El Gobierno ha sido muy crítico del FMI, pero sus tres ministros de Economía y el propio Presidente han mostrado vocación por mantener un acuerdo de préstamo con el organismo, sin embargo, no ha logrado despejar la incertidumbre que manifiestan los mercados ¿Cómo ve ese proceso?
— Las críticas al FMI son parte del relato y de la épica kirchnerista. Como las declaraciones de Miguel Pesce están dirijidas a sus votantes que tienen que procesar en su cabeza que el gobierno nacional y popular que votaron está acordando con el FMI, alimentando a la patria financiera y metiendo un tarifazo. Mientras tanto el Gobierno necesita del acuerdo con el FMI y el Fondo no puede dejar caer a la Argentina. La confianza de los mercados va a volver cuando el país se encamine de manera sostenida a un sendero de superávit fiscal y crecimiento. Mientras tanto todo el resto es jueguito para la tribuna.