Hamas y la doble moral de la izquierda
La candidata presidencial por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman, y todo su arco político, rechazó condenar el ataque terrorista del grupo Hamas en territorio israelita. La vida es uno de los Derechos Humanos Universales y rigen para todos.
El sábado 7 de octubre el grupo terrorista Hamas realizó brutales ataques contra la población civil israelí, incluyendo lanzamiento de misiles, incursión en el territorio y secuestro y tortura de personas. Ya se registran más de 600 muertos y la cifra sigue en aumento. Este tipo de actos es absolutamente repudiable.
Si bien luego de siglos de desarrollo de los Estados nacionales se reconoce ampliamente el derecho a mantener relaciones pacíficas tanto a nivel externo como interno, continúan existiendo organizaciones terroristas que se arrogan el derecho a atacar indiscriminadamente a seres humanos como herramienta para cumplir sus designios.
El objetivo de Hamas es el exterminio del Estado de Israel.
Mientras tanto, algunos políticos locales y otros de la región, como Evo Morales, justifican lo injustificable. Es de lamentar que la defensa del derecho a la vida, así como al goce y ejercicio de todos los Derechos Humanos, no sea algo defendido permanentemente, independientemente de las circunstancias particulares en que se registren las violaciones de las garantías más importantes establecidas para el ser humano. La doble moral.
En particular, merecen nuestra especial atención los dichos de la candidata presidencial por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman, y todo su arco político, quienes rechazaron condenar el ataque. Peor aún fueron las expresiones de su candidata a jefe de gobierno, Vanina Viasi, quien justificó los ataques terroristas en base a críticas dirigidas hacia los EEUU e Israel.
Por su parte, la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, si bien repudió los ataques, no hizo mención alguna al grupo terrorista Hamas que los organizó. La lógica zaffaroniana opera también en este nivel: las víctimas tienen la culpa, no el victimario. Así expresado, en su argumento, los terroristas de Hamas son inocentes.
Estas actitudes son sumamente preocupantes. Mientras que estas agrupaciones y personas no dudan en condenar los actos terroristas realizados sobre figuras o naciones que admiran o con las que son aliadas, en otros casos eligen mirar en sentido contrario culpando a las víctimas y exculpando a los criminales cuando la desolación y el terror caen sobre aquellas con las que no comparten valores o ideología.
Nuevamente, hay Derechos Humanos para algunos, para otros, no.
¿Qué gestión política puede esperarse de una candidata presidencial que no desea hacer un minuto de silencio por los asesinados, incluyendo a los cuatro argentinos que hasta el momento se encuentran entre los muertos? ¿Es propio de la investidura de la vicepresidencia no designar por su nombre a la organización que ejecuta y asola a personas indefensas?
¿En qué momento en el debate político argentino se hizo admisible mirar para otro lado cuando hay afinidad ideológica o política con los terroristas?
En el contexto del ya enrarecido clima en el que se desarrollan las elecciones este año, con muy pocas voces mesuradas y responsables, en donde el respeto al otro, al diferente, ha sido reemplazado por la desfachatez, la glorificación de la incorrección política, o la lisa y llana falta de respeto, los brutales e inexcusables ataques de Hamas a la población civil en Israel reflejan cómo, para ciertos partidos y sus líderes, la violencia o la inocencia dependen de la simpatía.
Por el contrario, la defensa de los Derechos Humanos no puede tener medias tintas. Quienes no comparten algo tan básico que garantiza la coexistencia pacífica en nuestras sociedades, demuestran que no están a la altura necesaria ni poseen las capacidades básicas requeridas para ejercer las funciones más elevadas de nuestra república. La idoneidad también se expresa en estas actitudes.
*Docente e investigador UCEMA
**Directora de la Licenciatura en Ciencias Políticas (UCEMA)