La agenda de la diversidad en las empresas es más discursiva que real. Del total de 6.248 miembros que forman los directorios de las mil compañías que más facturan en Argentina, 5.248 son hombres y solamente mil son mujeres. Además, las presidencias están ocupadas por hombres en el 93,5% de los casos relevados por la empresa KPMG.

El estudio advierte que, si bien año a año se observa una mayor participación de las mujeres en puestos directivos, Argentina está lejos de una realidad ideal y los cambios se notan cada vez más en el discurso, pero avanzan lento al interior de las empresas. En los cinco años que lleva de relevamiento, la participación de las mujeres en directorios pasó de 8,4% a 16%.

“A la bajísima participación de mujeres en las juntas directivas se suma su casi nula presencia en roles de máxima responsabilidad. Mientras que el 93,5% de los directorios de las mil firmas que más facturan en la Argentina lo lideran hombres, solo 6,5% tienen mujeres en este rol”, señalaron en el informe.

El documento advirtió también que mientras más bajo es el rango dentro de la escala de toma de decisiones, hay mayor participación de las mujeres: “En las vicepresidencias el porcentaje es algo mayor, con 11% de participación, y en las posiciones de dirección (titulares), las mujeres ocupan casi el 18% de los puestos disponibles. En roles de suplentes, la presencia de mujeres es mayor, aunque apenas supera el 20%”.

Con el objetivo de acelerar la incorporación de las mujeres en los procesos de tomas de decisión, Women Corporate Directors-Capítulo Argentina (WCD), la Universidad del CEMA (Ucema), la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) y KPMG lanzaron la cuarta edición del programa de capacitación “Next Board: tu próximo paso para integrar un directorio” del que participan, en su mayoría, mujeres. “Precisamente uno de los objetivos del programa es capacitar a mujeres que quieran llegar a ocupar la silla en un directorio, y saber realmente cómo es el manejo, cuáles son las situaciones complejas, las actuales, las de innovación, entre otras”, manifestaron desde las instituciones en el marco de la entrega de diplomas, tras el fin de la tercera edición. La cuarta convocatoria ya está abierta. “Aspiramos a que en nuestro país la representatividad de mujeres en Consejos de Administración que hoy es del 10,6% en empresas cotizantes, aumente año tras año”, dijo Gabriela Terminielli, directora de Bolsas y Mercados Argentinos (ByMA). 

Tamara Vinitzky, a cargo de clientes y mercados, marketing y comunicaciones, y diversidad e inclusión en KPMG Argentina, advirtió en el informe que, si bien se puede resaltar como dato positivo el hecho de que “en los últimos años, el tema de la equidad de género está instalado y se han tomado decisiones políticas de mejora”, ya que “muchas empresas instrumentaron acciones que ayudan a la mujer en la etapa de la maternidad, otras exigen que en las ternas siempre haya mujeres, y que los currículum sean ciegos”; en la práctica “todavía no se refleja esto en un aumento importante y más acelerado hacia la equidad en los directorios”.

Vinitzky añadió que el problema de la representación de las mujeres en puestos directivos no está relacionado con la capacitación o capacidades. “La baja representación de mujeres en la conducción empresaria no es por falta de oferta. Por el contrario, en la universidad su presencia es igual o superior aún en muchas carreras, sobre todo en las tradicionales y, por lo tanto, ese protagonismo también se manifiesta en la oferta laboral”. Para ella, “la cuestión de base es más simple de lo que uno cree, por aquello de que ‘para ocupar una silla, alguien la tiene que dejar’”.

En el informe destacaron además, que si bien a lo largo de los años el debate sobre este tema se mantuvo en el tapete y en la agenda de las empresas, “como todo proceso cultural, el cambio es extremadamente lento y la subrepresentación de las mujeres en roles jerárquicos –ya sea en el ámbito público o en el privado–, sigue siendo pasmosa”.

En la práctica, “la sobrerrepresentación de hombres en posiciones de máxima responsabilidad dentro de las instituciones es la norma y las mujeres que las ocupan son excepciones, con todo lo que esto significa”.

Así, concluyeron, “los directorios aún son cosas de hombres”.