Dudas sobre el rebote de la actividad para la segunda mitad del año

Autor
Federico Vacalebre
Medio
TN
Mes/Año
18 de febrero de 2024

OPINIÓN. En un contexto de suba en el precio del transporte, eliminación de subsidios y aumento de la luz de los hogares, con un rango alto de inflación y caída de la ley Ómnibus, los indicadores de alta frecuencia de enero presagian una exacerbación de la recesión.

En noviembre, la actividad registró la mayor contracción mensual desde abril y se espera que en diciembre la dinámica haya sido peor. ¿Por qué? Tomando los datos disponibles hoy, a enero de 2023, reflejan un deterioro, en términos anuales y contra el comportamiento de diciembre.

El patentamiento de autos, por ejemplo, tuvo una variación de -33% interanual (versus -5,8% interanual en diciembre). Las ventas minoristas (-25,5% frente a -18,7% el mes previo) y la construcción (-28,2% contra -17,4% en diciembre) también evidenciaron fuertes bajas. Los impuestos nacionales, por su parte, atados a la actividad, se derrumbaron entre 15% y 25% real anual. Tan solo la liquidación de divisas del agro (+64,0%) y pasajes de cabotaje total (+6,5%) fueron las dos variables positivas. La primera se explica por la baja base de comparación (sequía 2023).

Un tropezón para los mercados

Por su parte, la caída de la ley Ómnibus se convirtió en un “tropezón” para los mercados. La expectativa de la aceptación en términos generales de la ley, estimuló a los mercados, crédulos en sentar un punto de inflexión para una desregulación.

No obstante volver a foja cero después de la mala performance en el tratamiento particular, hizo que el precio de los bonos “volviera para atrás”, afectando a los de más largo plazo. Ante este panorama, se solicitó desarmar el fondo de compensación que afecta a las provincias para sostener los precios actuales del transporte público.

Además, se dejó trascender la posibilidad de establecer un plebiscito. Sin embargo, el plazo mínimo, según la ley, para realizar una consulta deber ser de 60 días desde su anuncio.

Desde Economía, se robusteció el compromiso con el ajuste fiscal, poniendo de manifiesto que no se va a gastar más de lo que se recauda y que el BCRA no va a financiar al Tesoro.

Asimismo, se anticipó que en enero se alcanzó el equilibrio financiero sin la ley aprobada. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el resultado financiero fue positivo en $1,2 billones. Del mismo modo, el BCRA realizó la primera subasta de la Serie 2 de los BOPREAL. La emisión estuvo puntualizada en micro, pequeñas y empresas medianas. Se inscribieron 349 ofertas por un total de u$s271 millones. Esta serie no podrá valerse para el pago de impuestos y comenzará a amortizar en julio de 2024.

En resumen, los sectores recesivos prevalecieron sobre aquellos expansivos durante diciembre-enero, profundizando la caída de la actividad. Con heterogeneidad sectorial, el PBI se desplomaría 3,5% promedio durante 2024, en un escenario optimista de estabilización exitosa.

El pronóstico declinó por el arrastre estadístico negativo que dejaría la contracción de diciembre y las menores oportunidades de que la economía logre estabilizarse durante el segundo trimestre. Esto último, pone en duda el rebote de la actividad para la segunda parte del año.