El atraso cambiario y los precios relativos
El aumento de precios del primer cuatrimestre anualizado arroja una inflación mayor al 80%. Con una alta nominalidad, el problema que se está gestando sobre la estructura real de precios relativos es preocupante.
Según el INDEC, la inflación de abril fue del 6%. Por otra parte, el componente núcleo fue mayor al del mes pasado y el dato, en términos interanuales, fue el más alto en 30 años.
Entre abril de 2019 y abril de 2022, la base monetaria aumentó 170% y, en dicho período, la inflación trepó al 230%. En otras palabras, sobre la economía se arrojó casi el triple de billetes que estaban en circulación. ¿El problema de esto? La ausencia de demanda de esos pesos. Por carácter transitivo, tomó impulso un desequilibrio nominal que se combinó con dispersión de precios, controles como precios cuidados, el atraso tarifario y el cepo al dólar.
Sencillamente, esto explica la variación (y la amplitud) de precios de estos últimos tres años (425% en autos y otros rodados o la indumentaria con un 385% y otros como la electricidad que solo aumentó un 42% versus el promedio ponderado de todos los precios relevados por el INDEC, 230%).
Qué ocasionan estas dispersiones en las variaciones de precios
- Un cambio considerable en la estructura de los precios relativos
- Importantes perjuicios en las cadenas productivas
- Alteran las estructuras de costos
- La imposibilidad de planificar con base en información y resultados pasados
Más allá de las subas generales, no todos los precios de la economía están corriendo a la misma velocidad y, por lo tanto, se está acumulando inflación reprimida, producto de los cambios en precios relativos que se han originado en estos tres años como consecuencia de cepos, controles, congelamientos y restricciones en general.
El segmento de electricidad necesitaría una suba mayor al 250% para recomponer aquella estructura (abril de 2019). Otros sectores, como la comunicación y el transporte público, deberían más que duplicarse, mientras que los alimentos acumulan un atraso promedio del 50%, principalmente en los rubros de cereales, pan, lácteos y aceites.
A qué responde parte de los cambios observados en los precios
- Factores de la economía real, como el encarecimiento de los vehículos que lleva la misma tendencia a nivel global
- Cuestiones políticas y de manejo económico local, con medidas que han afectado de manera asimétrica a los distintos sectores
El desajuste de precios se evidencia en el tipo de cambio. Medido al dólar oficial, creció un 160% hasta abril 2022, quedando por debajo de los aumentos del resto de la economía. Es el plano cambiario el que suma un componente por la existencia de múltiples tipos de cambio paralelos, con el contado con liquidación liderando las subas (360% acumulado). Por otra parte, los salarios, tomando el indicador del Ministerio de Trabajo, muestran una suba nominal del 218% (en el mismo período), resultando en una leve caída real.
En conclusión, intentar replicar las relaciones de precios de tres años atrás es arbitrario. Básicamente, es con el fin de obtener una referencia, dado que es imposible determinar cuál era, si hubiere, la estructura “correcta” de precios relativos y cuándo se observó. No obstante, refleja la distorsión que ha sufrido el sistema de precios.
Cualquier plan de estabilización económica tendrá un costo asociado. La rigidez de los precios a la baja permite anticipar que una corrección llevará asociada incrementos en aquellos rubros que han quedado artificialmente rezagados sin una compensación igualitaria a la baja de los precios que se han adelantado en el mismo período.
Después de esto, su magnitud dependerá de la dinámica. El diseño de un programa de estabilización, la secuencia de las medidas y la confianza generada al momento de llevarlo a cabo forman un conjunto de factores que deben ser interpretados de manera integral para poder definir el impacto total en el ritmo inflacionario