El Banco Central busca llegar a la orilla en medio de la tormenta
OPINIÓN. Es esperable que la entidad intente ponerle un piso a la cotización de los bonos. Además, buscará evitar una mayor dolarización y disparada en la brecha cambiaria que daría un nuevo impulso a la inflación.
Los bonos indexados funcionaron en los primeros 5 meses del año. La demanda se disparó tras el fogonazo inflacionario y fue la garantía del refinanciamiento y colocación de “nueva deuda” en pesos. Los inversores en CER tuvieron una rentabilidad medida en dólares importante. Recordemos que los dólares alternativos estuvieron cuasicongelados.
Recientemente, se vio el efecto inverso. Los fondos de inversión salieron rápidamente de los bonos CER y los precios se desplomaron. En efecto, tuvo que intervenir el BCRA. Días atrás, se dispararon los dólares alternativos hasta $227 (subió 8,3% en 2 días).
La incertidumbre hoy está puesta en cómo seguirá el financiamiento del Tesoro. La deuda en bonos CER es vital para cumplir el programa financiero y evitar acudir a la emisión. En 2022, las necesidades de financiamiento se cubrirán emitiendo “nueva deuda” en pesos por más de 2% del PBI (y otro 1% del PBI se financiará con la emisión del BCRA).
Justamente, considerando los primeros 5 meses de 2022, se obtuvo financiamiento neto por casi $650.000 millones de pesos (0,9% del PBI) y en su mayor parte colocando bonos ajustables por CER. En abril, el Tesoro Nacional no pudo renovar el 100% de los vencimientos en pesos. Sin un roll-over de los vencimientos, el BCRA se ve obligado a emitir pesos, con el riesgo de:
Acelerar la inflación.
Incumplir las metas fijadas con el FMI.
Ante la baja en los precios de bonos CER y la disparada en el rendimiento, varias inversiones (especialmente fondos de inversión y empresas) comenzaron a salirse de los bonos que ajustan por inflación, tomaron ganancias y se pasaron primero a fondos “money market” (fondos de liquidez inmediata con bajo rendimiento). Las salidas en parte se dolarizaron y eso presionó fuerte sobre la cotización de los dólares alternativos en blanco (MEP y Contado con Liquidación).
¿Por qué las empresas desarmaron sus posiciones en pesos ajustadas por inflación?
Los posibles motivos son varios:
- Por la necesidad de pesos para el pago de obligaciones, tanto impositivas como el medio aguinaldo.
- Las expectativas de una “posible merma” en la tasa de inflación motivan un desarme de estas posiciones.
- La incertidumbre respecto del cumplimiento de las metas con el FMI.
- Los rumores del mercado sobre un nuevo “reperfilamiento” de la deuda en pesos. Esto último generaría una mayor dolarización de carteras. Por esto, es esperable que el pasaje de bonos CER al mercado de los dólares alternativos continúe. El tema es hasta cuándo y en qué magnitud.
El cimbronazo en el mercado de bonos CER fue tal que perdieron entre 4% y 17%, dependiendo del plazo de vencimiento. Aún con el BCRA interviniendo, comprando bonos para poner un piso a la cotización. Al finalizar la semana pasada, los dólares alternativos se dispararon. No es menor señalar, que entre el 1/1 y el 7/6 el “Contado con liquidación” subió solo 4%. Es decir, duplicó a la suba en los primeros 5 meses del año y aniquiló el carry trade que hacían los inversores colocados en deuda CER.
Por su parte, el riesgo país superó el techo de los 2000 puntos básicos. Los bonos soberanos en dólares, emitidos tras la última reestructuración, cotizaron con paridades por debajo de US$24. El Tesoro Nacional, asimismo, logró refinanciar un vencimiento de exclusivamente $11.000 millones de deuda, y consiguió otros $10.000 millones de financiamiento neto.
Cuál será el día D
Sin dudas, el día clave estará a fin de mes, cuando vencen $550.000 millones de la deuda en pesos.
En síntesis, hay que transitar el mes con un mercado de deuda en pesos bajo estrés, incertidumbre política y un escenario internacional con una fuerte suba de la tasa de interés (0,75%).
Es esperable que el BCRA se muestre activo en el mercado de bonos CER, comprando títulos para ponerle un piso a la cotización. Además, la entidad monetaria subió nuevamente la tasa de interés de referencia y el piso de la tasa para depósitos de hasta $10 millones, para evitar una mayor dolarización y disparada en la brecha cambiaria que daría un nuevo impulso a la inflación.
Mientras tanto, desde el ministerio de Desarrollo Productivo, con Economía y el BCRA, piensan coordinar un nuevo esquema de administración de las importaciones, que lleva a que las reservas se escurran pese al ingreso récord del campo. El objetivo es ponerle un techo a las importaciones en US$6000 millones como máximo, después del pico de US$7700 millones que alcanzaron en mayo, y los US$7000 millones que promediaron en marzo y abril.