Los resultados demuestran que las pequeñas empresas son las más afectadas en los momentos de crisis.

Las pymes vienen sintiendo de manera directa las consecuencias del ajuste y la recesión que se verificó en el primer semestre del año. El contexto económico del primer semestre del año estuvo marcado por la inflación, la pérdida del poder adquisitivo del salario, la caída del consumo interno y la menor demanda interna. Esto colocó a muchas pequeñas y medianas empresas en una situación difícil y con márgenes acotados. 

El 98% de empresas en nuestro país son pequeñas y medianas. De acuerdo con los datos del último informe de UCEMA Pymes, en los primeros seis meses de 2024 se evidenció una caída neta de 10.300 pymes (empresas registradas con hasta 100 empleados). Este dato es significativo si uno lo compara con el peor año de la pandemia cuando la caída neta fue de 22.400 pymes (en todo el 2020). 

Correlato de la caída de empleo

El 78% del empleo está formado por el mundo pyme. Si uno toma en cuenta el empleo privado formal, el empleo pyme participa del 50% del total. En junio 2024 se crearon 160.000 puestos de trabajo nuevos en el mundo pyme respecto a un año atrás. Esta suba se debe en su totalidad a la creación del empleo informal y a los monotributistas.

Por el contrario, en el sector pyme formal se perdieron 25.000 puestos de trabajo. Para aquellos trabajadores de las pymes que pudieron mantener sus empleos, el salario promedio perdió un 6% de su poder adquisitivo anual (contra el IPC) según se obtiene del informe de la UCEMA. 

La caída en el empleo producto de la crisis, fue más pronunciada en las empresas grandes (-3% anual en junio). ¿Qué muestra la evidencia? Que, en momentos de crisis, las pymes ajustan su personal de manera menos aguda que las grandes empresas y la reincorporación también se da de manera más gradual. Las empresas pequeñas son más resistentes al momento de despedir o contratar empleados por motivo de los altos costos laborales. A su vez, los sectores informales crecen debido a la falta de incentivos para formalizar empleos o por las complicaciones burocráticas a las que se enfrentan las pequeñas empresas.