La tragedia educativa es responsabilidad del Congreso
Por desconocimiento del resultado de las evaluaciones, los padres creen que la educación argentina está en crisis, pero que la padecen otros, no sus hijos. Desconocen si el colegio que eligieron para ellos es el que esperaban.
Había una vez un país en el cual los padres trataban con respeto a las señoritas de guardapolvo blanco, en quienes depositaban la esperanza de un futuro mejor para sus hijos. Un país donde el sueño de “mi hijo el doctor” podía hacerse realidad. Hoy la opresiva realidad ha eliminado del imaginario colectivo aquel sueño.
