El gasto público social y la peor de las condenas
Tener ministerios nacionales que se entrometen en funciones locales es una desviación del federalismo que contribuye a una deficiente gestión pública.
Considerando tanto los datos de pobreza como los resultados de las pruebas APRENDER, se concluye que un tercio de los niños son pobres y no acceden a educación básica de calidad. A las claras esto los condena de por vida a la pobreza. La solución no es más gasto social, sino un ordenamiento integral del Estado. El gasto público social persigue dos objetivos: